En muchas situaciones de supervivencia, saber encender fuego puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. El fuego es esencial porque satisface una gran variedad de necesidades. No solo sirve para cocinar y conservar alimentos, sino también para purificar el agua, desinfectar y hasta para enviar señales de socorro. Además, cuando acampas al aire libre, tener fuego puede ayudarte a evitar ataques de animales salvajes y hasta alejar a los mosquitos.
Pero ojo, al hacer fuego al aire libre, hay que ser muy cuidadoso para evitar incendios forestales y la intoxicación por monóxido de carbono. En esta sección, te voy a compartir algunos métodos "más originales" para encender un fuego de manera efectiva.
Preparando los materiales inflamables
Para iniciar un incendio en el campo, necesitas dos tipos de materiales: los iniciadores de fuego y los combustibles más grandes. Encender un fuego puede ser complicado, ya que primero necesitas prender algo fácil de encender que no se consuma rápidamente, para que luego puedas prender el combustible principal, que es más difícil de quemar.
Los iniciadores de fuego deben estar bien secos, ser esponjosos y suaves, y lo ideal es que tengan un alto contenido de grasa. Algunas plantas como el diente de león, la hierba de la pampa, los juncos, etc., son muy inflamables y perfectas para esto. También puedes usar materiales comunes como papel, paja, aserrín, musgo seco, o incluso virutas de madera raspadas. La corteza seca de pinos, cipreses y abedules también es excelente, porque contiene aceites naturales que ayudan a la combustión.
Los materiales pirotécnicos, como algunos tipos de madera y resinas, se encienden fácilmente y tienen una llama fuerte, pero se consumen rápido, por lo que no son lo suficientemente duraderos. Para que tu fuego tenga éxito, debes asegurarte de que el combustible principal, como leña o carbón, se encienda antes de que se consuma por completo el material de ignición. Los combustibles principales, por lo general, no arden tan fácilmente, por lo que necesitarás que se mantengan a alta temperatura durante un buen rato. Lo mejor es colocar el combustible en una rejilla, dejando el material de yesca encendido en la parte inferior, y añadir más combustible a medida que sea necesario, pero sin pasarte para evitar apagar el fuego.
Una vez que ya tienes el fuego encendido, es recomendable que uses un palo o una herramienta para controlar las llamas. Si el fuego se está apagando, puedes agitarlo para que entre aire y reviva. Además, puedes recoger la leña no quemada que queda entre las cenizas y usarla de nuevo. Cuando el fuego esté estable, solo tendrás que ir agregando el combustible poco a poco.
Usando una lente convexa para encender el fuego
Este método solo sirve durante el día, cuando hay buena luz solar. Puedes usar lupas, telescopios o incluso los espejos convexos de las cámaras para encender el fuego, en lugar de usar una lente convencional.
Lo que tienes que hacer es ajustar el ángulo de la lente para que los rayos del sol se enfoquen en un punto del material de ignición. La temperatura de ese punto subirá de forma drástica hasta que el material comience a humear. Luego, debes soplar ligeramente o ventilar para que el fuego se prenda y, cuando la llama crezca, agregar más leña.
Si tienes una linterna, también puedes colocar la yesca en el foco del recipiente reflectante y apuntarla al sol para hacer fuego. Y si te encuentras en un lugar con hielo y nieve, ¡no te preocupes! Puedes tallar un bloque de hielo para darle forma, dejando el centro grueso y los bordes más finos, para usarlo como una lente convexa improvisada.
Hacer fuego con pedernal y acero
En las condiciones más extremas, cuando el viento y la lluvia pueden arruinar tanto los encendedores como los fósforos, el pedernal se convierte en una herramienta confiable para encender fuego. Este método, uno de los más antiguos, ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo útil en cualquier clima y condiciones ambientales. Es uno de los tres elementos esenciales para la supervivencia al aire libre (junto con un buen cuchillo y una botella de agua).
A diferencia del pedernal natural, que está compuesto principalmente de sílice, el pedernal moderno suele ser una aleación de magnesio y metales de tierras raras, lo que le da un rendimiento mucho mejor. Cuando se frota con un cuchillo o una sierra, produce virutas de metal que, al quemarse a altas temperaturas, pueden encender rápidamente materiales como heno, hojas secas o aserrín.
¿Cómo usarlo?
Para usarlo, agarra el pedernal con la mano izquierda y colócalo sobre los materiales de ignición apilados en un ángulo de unos 45 grados con respecto al suelo. Luego, con la mano derecha, usa el raspador para raspar el pedernal con fuerza, generando chispas. Estas chispas caerán sobre el material de ignición y lo encenderán.
Consejos para usar el pedernal y el acero:
- Si el pedernal es nuevo, raspa varias veces su superficie para quitarle la capa de óxido negro antes de intentar encender el fuego.
- Si el pedernal que tienes no es muy eficiente, puedes usar un cuchillo para raspar y generar las chispas.
- Este método funciona bien incluso bajo la lluvia y la nieve, por lo que es perfecto para condiciones climáticas adversas.
- Si estás en una situación de emergencia, rascar el pedernal por la noche produce chispas brillantes que también pueden servir como una señal de socorro.
Fuego con batería
Este método requiere una batería de alta potencia, como las baterías secas comunes o las recargables de linternas o teléfonos móviles. El proceso es sencillo, pero debes tener cuidado al manipular la batería.
Primero, saca la batería de su dispositivo y busca un alambre delgado o papel de aluminio. Luego, conecta ambos extremos del alambre a los terminales positivo y negativo de la batería, lo que provocará un cortocircuito. Esto generará calor suficiente para que el alambre actúe como un hierro candente, que luego podrás usar para encender astillas o material de ignición.
Otra opción es rasgar el papel de aluminio en tiras finas y conectarlas de la misma manera a los terminales de la batería. El cortocircuito hará que las partes más delgadas del aluminio se calienten rápidamente, lo que puede ser suficiente para encender leña o yesca.
Si prefieres hacerlo con el papel de aluminio, también puedes cortar dos tiras finas y partirlas por la mitad. Colócalas en los terminales de la batería y, con cuidado, pon en contacto el papel de aluminio entre los terminales. Esto generará mucho calor y, en cuestión de segundos, producirás llamas. Asegúrate de usarlo rápidamente para encender el material de ignición.
Perforar madera para hacer fuego
Para hacer fuego perforando madera, necesitas las siguientes herramientas:
Arco: Busca un palo de madera flexible, un poco más grueso que el resto. No importa el tipo de madera, pero tiene que ser lo suficientemente resistente. Luego, ata una cuerda en ambos extremos del palo. La cuerda puede ser cualquiera que tengas a la mano, si no tienes una cuerda adecuada, hasta los cordones de tus zapatos pueden servir. Asegúrate de que la cuerda esté bien tensa.
Tablero de madera: Busca un trozo de madera seca, preferiblemente de textura suave, y de unos 2 cm de grosor. Haz un hoyuelo a unos 2 cm del borde del tablero. En la parte de abajo, haz un corte en forma de "V" hacia el hoyuelo. Este corte es clave, ya que ayuda a que el aire circule y permite que las astillas de madera que se perforan caigan sobre el material para iniciar el fuego.
Madera del taladro: Este es un palo de madera seca, recto y con una textura dura, de unos 2 cm de diámetro y 25 cm de largo. Usa un cuchillo para suavizarlo un poco si es necesario.
Tapa del taladro: Es una pieza de piedra o madera dura que tiene un hoyuelo en el centro, utilizada para presionar la madera del taladro y darle la presión necesaria para perforar. Sin esta tapa, sería muy fácil lesionarse al sostener la madera del taladro con las manos desnudas.
¿Cómo hacerlo?
Coloca el material de yesca (como pasto seco o musgo) debajo del corte en "V". Sujeta el tablero con un pie y pon la punta de la madera del taladro en el hoyuelo. Usa la tapa del taladro con la mano izquierda para presionar hacia abajo y tira del arco hacia adelante y hacia atrás con la mano derecha. Al principio, hazlo lentamente para probar y acostumbrarte. A medida que lo domines, presiona con más fuerza y mueve el arco más rápido. Después de un rato, comenzarás a ver polvo negro (llamado "pólvora negra") que se generará en el corte. Ese polvo debería encenderse, creando chispas. El material de ignición empezará a humear y, finalmente, a arder.
Iniciar y extinguir fuegos
Aunque en muchas áreas al aire libre no está permitido hacer fogatas, en situaciones de emergencia pueden ser esenciales. Es importante saber cómo encender un fuego, mantenerlo seguro y luego apagarlo de manera responsable, minimizando los efectos negativos en el entorno.
Para encender un fuego:
Comienza construyendo un pequeño cono hueco con ramas secas, y coloca algunas hojas y pasto en el centro. Enciéndelo con un fósforo o cerilla.
Cuando el fuego pequeño se haga más fuerte, ve agregando ramas más grandes poco a poco, moviendo las ramas encendidas hacia el centro para que se quemen completamente. La mejor forma de hacerlo es hasta que las ramas se conviertan en cenizas blancas.
Recuerda que solo debes quemar materiales que se puedan quemar completamente y convertirse en cenizas. No intentes quemar plásticos, latas o papel de aluminio, ya que esos materiales no se queman bien y dejan residuos dañinos. Si necesitas quemar algo que no se pueda reducir completamente a cenizas, mejor recoge todo lo que quede y llévalo contigo o bótalo en un punto de recolección de basura cercano.
Nunca dejes un fuego desatendido. Si vas a dejarlo, asegúrate de apagarlo bien.
Para apagar el fuego:
Lo primero es verter agua sobre el fuego, luego apagar las chispas. Sigue vertiendo más agua y asegúrate de que todo esté bien mojado. Haz esto varias veces hasta que las llamas se apaguen por completo. Las cenizas deben enfriarse lo suficiente como para poder tocarlas sin quemarte. No te vayas hasta estar seguro de que todas las llamas y chispas están apagadas y frías.
Si necesitas secar ropa, ata una cuerda a un árbol cercano al fuego y cuelga la ropa de manera segura para que se seque sin riesgo de que se prenda.
Cosas a tener en cuenta al utilizar fuegos al aire libre
- Conoce las restricciones locales contra incendios: Antes de salir a hacer senderismo o acampar, es importante informarse sobre las restricciones locales para el uso de fuego. Muchas veces, los administradores de áreas naturales o de senderos te darán indicaciones específicas sobre el uso del fuego, especialmente durante las temporadas donde el riesgo de incendios es mayor. Presta atención a las señales y avisos relacionados con la prevención de incendios forestales a lo largo de tu ruta. Recuerda que en algunas zonas, durante las temporadas secas, las restricciones pueden ser más estrictas, así que es responsabilidad del campista conocer estas regulaciones.
- Recolecta leña de manera responsable: Siempre recoge ramas caídas y otros materiales, pero preferentemente de áreas alejadas del campamento. Si lo haces cerca del sitio, con el tiempo la zona alrededor del campamento puede quedar demasiado limpia o despojada de recursos, lo cual puede afectar el ecosistema local.
- Nunca cortes árboles vivos: Evita cortar árboles vivos o romper ramas de árboles que aún están de pie, así como recolectar madera de árboles muertos que sirvan como refugio para animales salvajes. La naturaleza debe mantenerse lo más intacta posible para preservar la fauna local.
- No hagas fuegos grandes: No utilices un fuego demasiado alto o con demasiada leña. Muchas veces, un fuego grande no se quema completamente y deja residuos, como carbón negro, que pueden afectar negativamente el entorno ecológico. Es mejor hacer un fuego pequeño y controlado.
- Usa los pozos de fuego existentes: Si las condiciones lo permiten, siempre usa los pozos de fuego preexistentes. Si tienes que crear uno nuevo, asegúrate de restaurar la zona a su estado original después de usarla. Si ya hay un fuego hecho por otros campistas, asegúrate de limpiarlo completamente al irte.
- Mantén el área libre de materiales combustibles: Asegúrate de que no haya materiales que puedan prenderse cerca del fuego, como hojas secas o ramas. Esto reduce el riesgo de un incendio fuera de control.
- Elige una zona segura para el fuego: Lo ideal es que el lugar donde hagas el fuego sea incombustible, como tierra, piedras o arena. Estos materiales suelen encontrarse cerca de los ríos. Evita hacer fuego sobre césped o en zonas que puedan dañar el suelo, ya que el calor constante empobrece la tierra que normalmente sería saludable para las plantas.
- Fuegos de supervivencia en emergencias: Si el fuego es necesario por razones de supervivencia, es comprensible que no te preocupe tanto el uso prolongado del suelo. Sin embargo, es importante no dañar el paisaje natural. Puedes usar herramientas y tierra mineralizada, como arena o tierra estéril, para construir una pequeña plataforma circular de 15 a 20 cm de altura donde encender el fuego. Si tienes la opción, construye esta plataforma sobre una roca plana. Después de usar el fuego, la plataforma puede retirarse fácilmente, minimizando el impacto en el terreno.
- Limpieza después de usar el fuego: Cuando termines de hacer el fuego, asegúrate de quitar todas las cenizas que hayan quedado. Si encuentras trozos de carbón dentro del área del fuego, tritúralos y llévalos contigo, o espárcelos en un área más grande y entiérralos. Desmonta las viviendas temporales y no dejes madera o bloques que puedan quedar como residuos. Ser responsable con la limpieza es esencial para evitar los efectos duraderos de los incendios forestales.
El fuego es una herramienta invaluable cuando estamos en la naturaleza, ya sea para cocinar, mantenernos calientes o señalizar en caso de emergencia. Sin embargo, su uso debe hacerse con responsabilidad y respeto por el medio ambiente. Antes de encender un fuego, es fundamental informarse sobre las regulaciones locales y tomar precauciones para evitar daños a la fauna, la flora y el suelo. Siempre elige un lugar adecuado, utiliza los recursos con moderación y limpia después de ti para que la naturaleza siga siendo un lugar seguro y hermoso para todos. Recuerda que la seguridad y el respeto por el entorno son claves para disfrutar de una experiencia de camping o senderismo responsable y sin contratiempos. ¡Disfruta de tu aventura al aire libre, pero siempre con conciencia! Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.