Cuando estás en el medio salvaje, hay tres cosas que no puedes dejar de lado para sobrevivir: agua, comida y refugio. Si ya tienes agua, la siguiente prioridad es conseguir comida. Aunque puedes aguantar semanas sin comer, en cambio, identificar qué es comestible y cómo conseguirlo puede tomar tiempo. Así que, si alguna vez te encuentras atrapado en la naturaleza, lo mejor es empezar a recolectar comida desde el primer día, porque a medida que pase el tiempo, tu energía y resistencia van a bajar, y las cosas se pondrán cada vez más difíciles.
Insectos comestibles
En la naturaleza, los insectos abundan, y son una fuente increíble de alimento. Se reproducen rápido y en grandes cantidades, lo que los convierte en una opción fácil de conseguir. Muchos insectos son fáciles de atrapar con las manos, como las larvas grandes (como las de algunos insectos), las langostas, los saltamontes, las hormigas y las termitas, entre otros.
Los insectos se pueden comer de varias formas: fritos, hervidos, asados, o hasta cocinados junto con otros alimentos para que agarren mejor sabor. Algunos se pueden comer crudos, pero ojo, no todos son seguros, ya que algunos pueden tener parásitos dañinos, así que siempre es mejor cocinarlos antes.
En cuanto a sus beneficios, los insectos son una fuente riquísima de proteínas, grasas, carbohidratos y minerales como potasio, sodio, fósforo, hierro y calcio. Incluso contienen aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Algunos insectos, como las cigarras secas, tienen hasta un 72% de proteínas, mientras que las avispas llegan al 81%. Las termitas tienen más proteína que la carne de res, ¡y algunos insectos están compuestos casi completamente de proteína!
Los insectos tienen una larga tradición en muchas culturas del mundo como fuente de alimento. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) mencionó en un informe de 2013 que existen más de 1,900 especies de insectos comestibles en todo el planeta. Comer insectos no solo es una costumbre antigua, sino que también ofrece grandes beneficios para la salud.
Crustáceos comestibles
Los crustáceos son otro tipo de comida que puedes encontrar en la naturaleza, como los cangrejos, las langostas, los camarones y los langostinos. Estos se pueden encontrar tanto en agua dulce como salada, y todos son comestibles. Eso sí, si encuentras crustáceos de agua dulce, asegúrate de hervirlos antes de comerlos, porque podrían tener parásitos.
En los arroyos tropicales, sobre todo en los más lentos, puedes encontrar muchos camarones pequeños. Estos suelen nadar en el agua o se quedan pegados a ramas o plantas en el fondo. Los camarones de agua salada viven más cerca del fondo marino, y puedes atraparlos agitando el agua con un palo o usando luces por la noche para atraerlos y luego pescar con una red.
Los cangrejos de agua dulce, o cangrejos de río, viven debajo de las rocas o en el suelo cubierto de musgo. A veces también nadan en aguas poco profundas. Los puedes pescar con las manos o usar una red. Muchos cangrejos y langostas son nocturnos, por lo que es mucho más fácil atraparlos de noche.
Los cangrejos caminan, gatean y cavan agujeros. Si los quieres atrapar, puedes usar una red o colocar trampas con cabezas de pescado o restos de animales para atraerlos.
Moluscos comestibles
Los moluscos incluyen una variedad de mariscos que viven tanto en agua dulce como salada, como los caracoles, almejas, mejillones, ostras, caracoles de maíz, quitones y erizos de mar. Las ostras son similares a los mejillones de agua dulce, y los caracoles, tanto terrestres como acuáticos, están por todos lados donde haya agua.
En los ríos, arroyos y lagos, se encuentran muchos caracoles o caracoles de maíz de agua dulce. Estos caracoles pueden tener una forma puntiaguda o redondeada. Cuando busques moluscos en agua dulce, busca en aguas poco profundas, especialmente en fondos arenosos o lodosos. Presta atención a las huellas finas que dejan en el barro o las pequeñas grietas ovaladas donde se esconden.
Si estás cerca de la playa, espera a que baje la marea y revisa los charcos pequeños y la arena húmeda que deja la marea. Es común encontrar mariscos pegados a las rocas de la orilla o en los arrecifes de coral, a veces incluso en aguas más profundas. Los caracoles y las lapas se aferran a la parte inferior de las rocas, mientras que los quitones, unos caracoles más grandes, se adhieren a las rocas por encima de la línea de flotación.
Los mejillones suelen encontrarse en grandes cantidades en estanques cubiertos de grava, troncos o en la base de las rocas. Importante: Ten en cuenta que, en zonas tropicales, los mejillones pueden volverse venenosos durante el verano.
Los moluscos deben ser cocidos antes de comer, ya sea al vapor, hervidos o horneados con su cáscara. Son deliciosos en guisos con verduras y raíces. Nota: No comas moluscos que no estén cubiertos por agua, incluso si el nivel del agua parece alto.
Reptiles comestibles
Muchos reptiles son una excelente fuente de alimento, y los puedes encontrar en casi todo el mundo. Aquí algunos de los más comunes:
- Serpientes: Todas las serpientes, tanto terrestres como acuáticas, venenosas o no, son comestibles. Cuando vayas a atrapar una serpiente, ten mucho cuidado de no ser mordido. Algunas serpientes venenosas pueden ser letales, y aunque les corten la cabeza, todavía pueden morder e inyectar veneno debido a un reflejo. Los mejores momentos para atraparlas son al amanecer o al atardecer, cuando la temperatura no está tan extrema. Las serpientes suelen esconderse en áreas cubiertas, así que revisa bien antes de acercarte. Puedes atraparlas golpeándolas con una piedra o un palo, o usando un palo largo para clavarles la cabeza al suelo y sujetarlas. Para agarrarlas de forma segura, coloca el dedo índice detrás de su cabeza y usa el pulgar y el dedo medio a los lados de su mandíbula inferior para apretar fuerte, evitando que se dé la vuelta y te muerda.
- Lagartos: Los lagartos se encuentran en casi todo el mundo, pero son más comunes en las regiones tropicales y subtropicales. La carne de todos los lagartos es comestible, pero hay dos tipos, el monstruo de Gila y el lagarto con cuentas, que son venenosos si te muerden. Estos dos lagartos viven en el suroeste de Estados Unidos, México y Centroamérica. Si quieres atrapar un lagarto, puedes golpearlo con un palo o usar un lazo de pasto o corteza atado a un palo. Los lagartos grandes se pelan y destripan, y su carne se puede asar, hervir o freír. Para los lagartos pequeños, solo hay que atravesar su boca con un palo y asarlos al fuego. Cuando la piel empiece a burbujear o crepitar, sabrás que ya está listo.
- Tortugas: Las tortugas mordedoras suelen esconderse en agujeros en la orilla cuando descansan. Para encontrarlas, usa tus pies calzados para sentir donde están. Una vez que encuentres una, mete tu mano por debajo del borde irregular de su caparazón, donde está su cola, y sáquela con cuidado. Ten mucho cuidado al atrapar tortugas mordedoras, ya que pueden morderte tanto bajo el agua como en tierra.
Pescado comestible
Si alguna vez te encuentras atrapado cerca de aguas como lagos, ríos, arroyos o el océano, no te preocupes por morir de hambre, ya que los peces pueden ser una fuente fácil de alimento. Aunque no haya muchos peces, es probable que encuentres crustáceos, moluscos y otras criaturas acuáticas comestibles. Pescar es mucho más rápido, fácil, silencioso y abundante que cazar animales terrestres, siempre y cuando sepas los hábitos de los peces, cuál es el mejor momento del día para pescar y cómo hacerlo. Con estos conocimientos, podrás conseguir una buena cantidad de comida.
La mayoría de los peces son comestibles, pero hay algunos que son venenosos. El veneno de algunos peces proviene de los alcaloides en su carne o de los alimentos venenosos que ingieren. Aunque hay pocos peces venenosos en el mar abierto, estos suelen habitar cerca de arrecifes rocosos, costas fangosas o arenosas. Algunos de los peces que debes evitar son: el pez globo, el pez rape y el espinoso, entre otros. Si estás pescando en aguas locales, fíjate qué tipo de peces comen los animales, ya que ellos saben cuáles son comestibles y cuáles no. En los océanos Pacífico Norte y Ártico no se han encontrado peces venenosos, pero las huevas de la escultura son extremadamente tóxicas. Además, nunca comas los huevos de los peces que encuentres en grupos sobre rocas, troncos o arrecifes.
Plantas comestibles en la naturaleza
Las plantas son una de las principales fuentes de alimento en la naturaleza, y existen muchas especies comestibles. Entre ellas, se encuentran frutas silvestres, vegetales, setas, algas, nueces, cortezas y líquenes.
Sin embargo, es importante tener mucho cuidado al recolectar plantas, ya que algunas son venenosas y pueden causar consecuencias graves, o incluso la muerte. Si no estás seguro de qué plantas son seguras, lo mejor es ir a lo seguro y buscar frutas que ya hayas identificado como comestibles, como caquis silvestres, dátiles, castañas o melocotones silvestres. Estas frutas suelen ser mucho más pequeñas que las que compramos en el mercado, pero el sabor es mucho mejor y son perfectamente comestibles. Si no encuentras estas frutas, busca aquellas que hayan sido consumidas por los animales. Ellos tienen un buen instinto para evitar las plantas tóxicas.
En México, hay muchas plantas comestibles que crecen de forma silvestre. Si las conoces, pueden ser una excelente fuente de alimento. Recuerda siempre hacer una investigación previa si vas a salir a recolectar plantas, y si tienes dudas, mejor no te arriesgues.
Hongos y plantas no comestibles
En la naturaleza, además de las plantas y hongos comestibles, también existen muchos que son venenosos. Comer estos por error puede ser muy peligroso, y algunas plantas son tan tóxicas que incluso tocarlas accidentalmente puede causar intoxicación. Los síntomas de intoxicación por plantas venenosas pueden incluir vómitos, diarrea, sed extrema, sudores nocturnos, convulsiones, malestar gastrointestinal, confusión, movimientos involuntarios, mareos, insomnio, hipotermia y daño a los nervios, entre otros.
Por eso, es fundamental conocer cuáles son los hongos y plantas venenosas para no poner en riesgo nuestra salud. Si no estás completamente seguro de una planta o hongo, mejor no lo consumas. ¡Es mejor prevenir que lamentar!
Hongos venenosos
Entre todas las plantas venenosas, los hongos son especialmente peligrosos porque están muy extendidos en la naturaleza y son difíciles de identificar. Esto hace que sea fácil cometer el error de comer un hongo venenoso sin saberlo.
Por lo general, los hongos venenosos comparten algunas características comunes que te pueden ayudar a identificarlos. Aunque, recuerda que estas son solo guías y no siempre son 100% fiables. Si tienes dudas, lo mejor es no arriesgarte a comerlos.
- Colores brillantes: Los hongos venenosos suelen tener colores más llamativos, como rojos, naranjas o verdes, lo que los hace parecer más atractivos. Los hongos comestibles, en cambio, suelen ser blancos o marrones.
- Ambientes sucios y húmedos: Los hongos venenosos crecen principalmente en lugares húmedos y ricos en materia orgánica, como áreas con mucha vegetación en descomposición. Los hongos comestibles suelen preferir lugares más limpios y menos saturados de materia orgánica.
- Cambian de color al tocarlos: Los hongos venenosos suelen cambiar de color fácilmente después de ser cosechados. Los hongos no venenosos tienden a mantener su color original.
- Textura blanda y jugosa: La mayoría de los hongos venenosos son más blandos y jugosos, mientras que los hongos comestibles suelen ser más densos y firmes.
- Jugo lechoso: El jugo que sale de un hongo venenoso suele ser lechoso o turbio, mientras que el de los hongos comestibles es claro como el agua.
- Sabor amargo: Los hongos venenosos suelen tener un sabor amargo o picante. Los hongos comestibles, en cambio, son deliciosos y agradables al paladar.
- Sarcomas y anillos: Muchos hongos venenosos tienen un anillo en el tallo o un sarcoma (una especie de verruga) en el sombrero. Los hongos no venenosos suelen carecer de estas características.
- Reacciones en la cocina: Al cocinar hongos venenosos, los utensilios pueden volverse oscuros o manchados. Si agregas leche a estos hongos, la leche se solidificará. Si agregas cebollas, pueden volverse azules o marrones.
- Prueba con juncos: Si cocinas un hongo con juncos (hierba fina), observa el color de los juncos. Si se vuelven verdes o morados, el hongo es venenoso; si se vuelven amarillos, es seguro.
Aunque estas características pueden servir de guía, no hay una forma infalible de identificar los hongos venenosos. Si no tienes experiencia en la recolección de hongos, lo mejor es no arriesgarse a comerlos.
Si accidentalmente comes un hongo venenoso, lo más importante es actuar rápido: trata de eliminar el veneno lo antes posible y ve al hospital para recibir tratamiento. El tiempo es crucial.
Plantillas de hongos venenosos comunes en México: Aquí te mostramos algunos de los hongos más peligrosos que se encuentran en México.
Plantas venenosas
Aparte de los hongos, hay varias plantas venenosas en la naturaleza que pueden ser mortales si se consumen. Algunas de las más conocidas son la adelfa, el gelsemium y la datura.
Existen formas simples de identificar si las plantas son venenosas, especialmente si estás en una situación de emergencia. Puedes hacer una pequeña abertura en la planta que recolectaste, poner una pizca de sal y observar si el color cambia. Si la planta se decolora, es probable que sea venenosa y no se debe comer.
La naturaleza ofrece una vasta fuente de alimentos, pero también esconde muchos peligros. Saber identificar correctamente los alimentos comestibles y venenosos es vital para cualquier aventurero que se adentre en el medio salvaje. Desde insectos y reptiles hasta hongos y plantas, hay una amplia variedad de recursos que pueden sustentar la vida, pero también existen riesgos serios al no saber qué consumir.
En este sentido, la preparación es clave. Aprender a reconocer los alimentos que puedes comer y los que debes evitar puede marcar la diferencia entre una experiencia de supervivencia exitosa y una peligrosa. Si bien hay características que pueden ayudarte a distinguir entre lo comestible y lo venenoso, la regla más importante siempre será la precaución: si no estás completamente seguro, no te arriesgues a consumirlo.
Recuerda que, en situaciones de emergencia, la rapidez es crucial. Si ingieres algo venenoso, busca atención médica de inmediato. Con el conocimiento adecuado y un enfoque cauteloso, puedes aprovechar los recursos naturales a tu favor y garantizar tu seguridad en el camino. Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.