La pesca en la naturaleza tiene muchas formas. Puedes usar anzuelos, redes, trampas y hasta técnicas caseras. La clave para pescar es la paciencia. Si colocas más anzuelos cerca de la orilla, puedes aumentar tus probabilidades de éxito. Las redes de pesca son muy útiles, pero las grandes son pesadas y difíciles de transportar, por lo que no son muy recomendables. Si tienes suficiente ayuda, puedes llevar una red grande. Si la dejas en el agua desde la primera noche, seguramente tendrás buenas capturas al amanecer.
También es importante aprender todo lo que puedas sobre los hábitos de los peces. Mientras más sepas sobre ellos, más fácil será atraparlos.
Cómo hacer un anzuelo
Si vas de pesca y no llevas tus herramientas, ¡no te preocupes! En la naturaleza, puedes improvisar y fabricar tus propios anzuelos con materiales locales. Con alfileres, agujas, alambre, clavos pequeños y hasta pedazos de metal, puedes hacer anzuelos sencillos. También puedes usar madera, cáscaras de coco, huesos, espinas, pedernales, conchas marinas y hasta caparazones de tortuga. ¡Imagina las posibilidades!
Cómo hacer hilo de pescar
El hilo para pescar también lo puedes hacer tú mismo, usando cuerdas colgantes, fibras vegetales o incluso trozos de ropa vieja. La corteza interna de algunos árboles es una de las mejores fibras que puedes encontrar. Aquí te dejamos los pasos para hacerlo:
- Ata un extremo de los hilos con un nudo fuerte.
- Gira uno de los hilos en sentido de las agujas del reloj.
- Luego, retuerce ambos hilos en sentido contrario.
- Si necesitas más largo el hilo, solo agrega más fibra.
Las fibras de cáñamo, ortiga, algodón, yuca y juncos son excelentes para este tipo de trabajo.
Eligiendo un buen lugar para pescar
Al elegir un buen lugar para pescar, toma en cuenta varios factores como el tipo de agua, la zona y la hora del día. En lagos o ríos grandes, a los peces les gusta estar cerca de las orillas o en aguas poco profundas, especialmente en la mañana o al caer la noche.
Si estás en un arroyo, los peces suelen concentrarse en pozas, en corrientes tranquilas o en el fondo de rápidos. También les gusta esconderse en remolinos debajo de rocas o troncos, en depresiones profundas en las orillas o en zonas sombreadas donde la vegetación sobresale sobre el agua.
Si el nivel del agua sube o se vuelve turbia en el río principal, los peces se refugian en las desembocaduras de los afluentes.
En aguas poco profundas, los días calurosos hacen que los peces se reúnan en los pozos más profundos o en manantiales donde el agua subterránea se filtra. También se esconden debajo de las rocas para refrescarse.
En zonas templadas, durante la primavera, los peces se acercan a las aguas poco profundas y soleadas, donde el agua es más cálida.
Pesca submarina
Si el agua no es muy profunda, más o menos hasta la cintura, y los peces son grandes y abundantes, puedes intentar arponearlos. Hacer un arpón es fácil si tienes materiales a la mano. Un palo de horquilla puede ser de un trozo largo y recto de madera o de bambú. Si el palo de madera es lo suficientemente fuerte, puedes afilar un extremo para usarlo como punta de lanza; si no lo es, puedes atar un cuchillo, un pedazo de metal afilado o un hueso a modo de punta de lanza.
Si usas bambú o un palo más duro, puedes dividir un extremo unos 20 centímetros, meter un pedazo de madera en el medio para abrirlo, y luego cortar las dos mitades en forma de flechas.
Busca un buen lugar donde los peces se reúnan o pasen, y espera en silencio y con paciencia. Cuando encuentres un banco de peces, coloca el arpón en el agua y acércate poco a poco al pez. Luego, cuando estés cerca, ¡apuñálalo con fuerza! Si lo logras, asegúrate de poner el arpón en el fondo para que no se escape. Sujeta el arpón con una mano y con la otra atrapa el pez.
De noche, usando una linterna, la tasa de éxito al pescar con arpón aumenta. La luz atrae a los peces, y cuando la luz llega a sus ojos, estos se reflejan, lo que te ayuda a localizarlos. Además, la linterna ilumina el fondo del arroyo y te permite ver otras criaturas acuáticas.
Si no tienes las herramientas necesarias, ¡puedes hacer tu propio arpón con lo que tengas a mano, como te mostramos en las imágenes!
Consejos para pescar con arpón
- Entra lentamente al agua y mueve los brazos lo más despacio posible para no causar vibraciones en la superficie.
- Coloca el arpón en el agua y espera un rato para que los peces se acostumbren a tu presencia y bajen la guardia. Acércate lo más posible sin que te detecten.
- Mantén el arpón bajo el agua y colócalo cerca del pez para una mejor puntería.
Cestas y trampas para peces
Estas técnicas son buenas tanto para peces de agua dulce como de agua salada, pero requieren más tiempo y son más difíciles de transportar. Las cestas para peces son básicamente canastas hechas con palos de madera atados con cuerda o enredaderas, formando un embudo, dejando una abertura por donde los peces puedan nadar.
Las trampas se colocan en estanques o cerca de la orilla, ya que los peces suelen acercarse a las orillas cuando la marea está alta y se mueven en zonas paralelas a la costa. Debes colocar las trampas cuando la marea esté alta y retirarlas cuando baje. En costas rocosas, puedes usar los charcos entre las rocas; en islas de coral, puedes usar los charcos sobre el arrecife de coral, bloqueando la salida durante la marea baja. En costas arenosas, puedes usar bancos de arena o zanjas rodeadas de bancos de arena, o construir un muro bajo de piedra que se extienda hacia el agua formando un ángulo con la costa.
Cocinar y almacenar pescado
El pescado se descompone rápido después de muerto, sobre todo en el calor del verano, por lo que es importante prepararlo lo más rápido posible después de pescarlo.
Primero, quita las escamas, saca las branquias y los órganos internos. Luego, raspa los vasos sanguíneos más grandes que están debajo de la columna vertebral y, por último, retira la cabeza y las aletas para obtener solo la carne.
Cuando cocines el pescado, una opción fácil es ensartarlo entero en palos de madera y asarlo sobre las brasas. Pero lo mejor es guisarlo con la piel, así puedes aprovechar al máximo los nutrientes y, además, tendrás una deliciosa sopa de pescado. Si no tienes las condiciones para cocinarlo de esta forma, también puedes envolver el pescado en arcilla, formando una bola, y enterrarlo en las brasas del fuego. Deja que la arcilla se seque y endurezca, y luego rompes el barro para sacar el pescado a la plancha.
Si no te lo acabas todo, el pescado se puede guardar para emergencias. Una manera de conservarlo es ahumándolo o secándolo.
La pesca es una actividad increíblemente gratificante y una excelente manera de conectar con la naturaleza. Ya sea usando anzuelos, arpón, trampas o cestas, la clave es ser paciente y saber adaptarse a las circunstancias. Una vez que hayas capturado tu pez, recuerda que lo más importante es prepararlo y conservarlo de manera adecuada para disfrutarlo al máximo, ya sea fresco a la parrilla, en sopa o guardado para emergencias. Así que, la próxima vez que salgas a pescar, no olvides tener en cuenta estos consejos y aprovechar al máximo cada captura. ¡La naturaleza tiene mucho que ofrecer si sabemos cómo sacarle provecho! Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.