Todas las lesiones al aire libre son graves, no solo por el daño al cuerpo o la pérdida de sangre, sino también por la posibilidad de infección. El objeto que causó la lesión puede estar contaminado con bacterias, o bien, las bacterias presentes en la piel, ropa u otros artículos pueden causar infección si entran en contacto con la herida.
El manejo adecuado de las heridas puede reducir el riesgo de infección y acelerar la curación. Aquí te dejamos algunos consejos clave para desinfectar heridas de manera efectiva.
Desinfección de heridas
Cuando estés en actividades al aire libre, es importante llevar contigo desinfectantes comunes para tratar las heridas de manera oportuna. Dependiendo del tipo de herida, deberás usar diferentes desinfectantes.
- Solución violeta formal: Es un excelente desinfectante con fuertes efectos bactericidas y astringentes. Sin embargo, este líquido es potencialmente carcinógeno y no debe usarse en membranas mucosas (como la boca, el ano y el tracto urinario), ni en piel dañada.
- Solución de bromuro de mercurocromo: Es un desinfectante común, pero debes tener cuidado. Mezclado con yodo, puede generar yoduro de mercurio, que es altamente tóxico y puede empeorar la lesión.
- Lactato de etacridina: Este conservante desinfectante se utiliza en soluciones acuosas al 2-3%. Es eficaz para desinfectar heridas por traumatismos, matando principalmente cocos piógenos, y no irrita los tejidos.
- Peróxido de hidrógeno: Es útil para heridas profundas o aquellas contaminadas con tierra, previniendo infecciones bacterianas anaeróbicas, como el tétanos. Después de usarlo, enjuaga bien la herida lo antes posible, ya que si se queda mucho tiempo, el líquido residual puede causar enrojecimiento, hinchazón y ampollas.
- Alcohol desinfectante al 75%: Es excelente para esterilizar y desinfectar, incluyendo la desinfección de la piel y dispositivos médicos. Sin embargo, es irritante y no debe usarse para desinfectar mucosas o heridas grandes.
- Yodo: También conocida como tintura de yodo, es una solución alcohólica de yodo y yoduro de potasio. Es útil para tratar varias enfermedades de la piel causadas por bacterias, hongos y virus. No es adecuado para desinfectar mucosas o heridas abiertas.
- Yodóforo: Tiene un efecto bactericida de amplio espectro y es ideal para desinfectar la piel y mucosas.
Si tu herida está contaminada o tiene residuos, sigue estos pasos:
- Limpiar primero con suero fisiológico: Si no tienes suero, puedes usar agua potable o destilada. Trata de evitar el agua del grifo, ya que puede contener bacterias.
- Enjuagar con agua oxigenada: Especialmente si la herida es larga o profunda, este paso es crucial para eliminar contaminantes.
- Enjuagar nuevamente con solución salina, agua potable o destilada: Esto ayudará a eliminar cualquier resto de peróxido y limpiará bien la herida.
- Desinfectar con yodóforo: Aplícalo para eliminar posibles bacterias.
- Cubrir la herida: Después de desinfectar, asegúrate de proteger la herida con un vendaje adecuado.







Clasificación del sangrado traumático
El cuerpo humano tiene aproximadamente entre el 7% y el 8% de su peso en sangre. Si pesas 60 kilogramos, eso significa que el volumen de sangre en tu cuerpo es de aproximadamente 4200 a 4800 ml.
Contusiones, golpes, cortes con objetos punzantes, entre otros, pueden provocar sangrados en las personas heridas o lesionadas. El sangrado excesivo puede poner en peligro la vida, por lo que una hemostasia oportuna y eficaz en el lugar puede retardar el sangrado, mantener el volumen sanguíneo, prevenir el shock hemorrágico y salvar vidas.




La velocidad y cantidad de la pérdida de sangre son factores clave que afectan la salud y la vida de la víctima. Si la pérdida de sangre es pequeña, no supera el 10% del volumen sanguíneo total, el cuerpo puede recuperarse rápidamente por autorregulación. Sin embargo, una pérdida de sangre repentina mayor al 20% (aproximadamente 800 ml) provocará un pulso débil y una cara pálida. Cuando la pérdida supera el 40% (aproximadamente 1600 ml), puede ocasionar coma, pérdida de conocimiento e incluso condiciones potencialmente mortales.
Sangrado subcutáneo
- Es común en hemorragias de los tejidos blandos subcutáneos causadas por caídas, golpes, aplastamientos y contusiones.
- Forma hematomas y equimosis (moretones).
Hemorragia interna
- Afecta a los tejidos profundos y órganos internos, y la sangre fluye hacia los tejidos o dentro del cuerpo.
- Puede haber hematomas en los órganos o acumulación de sangre.
- No es fácil detectar en la superficie del cuerpo.
- El diagnóstico se basa en síntomas sistémicos o locales, como la tez, el pulso, el dolor, entre otros.
- En accidentes, los órganos internos que más probablemente causen hemorragias internas son el hígado, el bazo y los riñones.
Sangrado externo
- Ocurre cuando el cuerpo se somete a una fuerza externa, lo que rompe los vasos sanguíneos y permite que la sangre fluya hacia el exterior.
Clasificación del sangrado según el tipo de rotura de vaso sanguíneo
(Consulta la tabla a continuación)
Tipo de sangrado |
Manifestaciones hemorrágicas |
Atención in situ |
Sangrado arterial |
De color rojo brillante, parecido a un azabache, sangra rápidamente y en grandes cantidades. |
Se requiere rescate de emergencia, como aplicar un torniquete o aplicar presión para detener el sangrado. |
Sangrado venoso |
El color es rojo oscuro y parece un resorte. El sangrado es lento. Cantidad media |
un tratamiento sencillo, como vendajes de presión para detener el sangrado. |
Sangrado capilar |
La sangre cambia de rojo brillante a rojo oscuro y rezuma en forma de gotas de agua. Velocidad lenta, pequeña cantidad |
La mayoría puede coagularse por sí sola. |
Acupresión para detener el sangrado
La acupresión para la hemostasia se refiere al uso de los dedos para presionar el extremo del vaso sanguíneo que está sangrando, cerca del corazón, para cerrar el vaso y detener el sangrado. Este método es sencillo, rápido y efectivo para detener hemorragias en la cabeza, el cuello y las extremidades. Sin embargo, la acupresión solo puede controlar el flujo sanguíneo por un corto período de tiempo, por lo que es una solución de emergencia. Después, es importante usar otros métodos para detener el sangrado a largo plazo.

Sangrado de nariz
- Presión sobre la nariz: Inclina ligeramente la cabeza hacia adelante y presiona con los dedos sobre el lado de la nariz que está sangrando. Mantén la presión durante 10 a 15 minutos. Si el sangrado no se detiene en 30 minutos, es necesario que te lleven al hospital para una revisión.
- Aplicar hielo alrededor de la nariz: Usa cubitos de hielo o agua fría para hacer compresas frías sobre la frente y alrededor de la nariz.

Cuando te sangre la nariz, no levantes la cabeza para evitar que la sangre fluya hacia la tráquea y cause asfixia.

Sangrado en la frente o la parte superior de la cabeza
Ubica el punto justo frente a la oreja, aproximadamente 1 cm adelante del trago (la pequeña protuberancia de la aurícula). Usa el pulgar para comprimir la arteria temporal superficial, que está cerca de la sien.
Sangrado en la cabeza y la cara
La acupresión en la arteria facial se realiza en el punto de pulso, a 1 o 2 centímetros por delante del ángulo mandibular. Para hemorragias graves en la cabeza y la cara, también se puede comprimir la arteria carótida común en la base del cuello, entre la tráquea y el músculo esternocleidomastoideo. ¡Importante! No se deben comprimir las arterias carótidas de ambos lados al mismo tiempo, ya que esto podría causar isquemia cerebral e hipoxia.



Sangrado en el antebrazo
Levanta el brazo por encima del nivel del corazón y usa los cuatro dedos para comprimir la arteria braquial en la parte superior del brazo, donde generalmente se mide la presión arterial.
Sangrado de las palmas
Usa los pulgares de ambas manos para presionar sobre los pulsos de la arteria radial (en el lado del pulgar de la muñeca, cerca del corazón) y la arteria cubital (en el lado del dedo meñique de la muñeca, cerca del corazón). Aplica fuerza sobre los huesos para detener el flujo sanguíneo.
Sangrado en los dedos
Usa el pulgar y el índice para comprimir las arterias digitales a ambos lados de los dedos, aplicando presión para detener el sangrado.
Sangrado en las extremidades inferiores
Flexiona el muslo del lado sangrante y usa los pulgares de ambas manos, justo por debajo de la mitad de la raíz del muslo, para comprimir la arteria femoral en dirección hacia la cabeza del fémur. Como la arteria femoral es gruesa y profunda, necesitarás aplicar una mayor fuerza.




Torniquete para detener el sangrado
El torniquete es un dispositivo médico hecho de caucho natural o especial, generalmente largo y plano, con una gran capacidad de estiramiento. Es común en hospitales para procedimientos como infusiones, extracciones de sangre, transfusiones y hemostasia durante el tratamiento. También se usa en emergencias para detener hemorragias en las extremidades o mordeduras de serpientes e insectos en la naturaleza.
El torniquete es uno de los equipos estándar de primeros auxilios en los ejércitos multinacionales. Casi todos los miembros del Cuerpo de Marines de EE. UU. tienen uno, llamado "Torniquete de aplicación de combate" (CAT, por sus siglas en inglés: Combat Application Tourniquet). Se considera el último recurso cuando la compresión o los medicamentos hemostáticos no logran detener el sangrado de manera efectiva. Generalmente, se utiliza en traumatismos arteriales graves o lesiones severas en las extremidades. Sin embargo, los torniquetes solo deben ser aplicados por personal capacitado y profesional.


Ámbito de uso
Cuando los grandes vasos sanguíneos de las extremidades están lesionados o las heridas son grandes y el sangrado es abundante, y los métodos de compresión o medicamentos hemostáticos no son efectivos, el torniquete es una opción para detener el sangrado.
Puntos operativos para usar un torniquete
- La posición del torniquete debe ser correcta:
- Si hay hemorragia grave en las extremidades superiores, el torniquete se coloca en el tercio superior del brazo.
- Si el sangrado es severo en las extremidades inferiores, el torniquete debe colocarse en la parte media o superior del muslo.
- Usa acolchado: Coloca una venda, toalla, mangas o algo similar para evitar la presión directa sobre la piel y prevenir lesiones.
- Ajusta la tensión correctamente: La tensión del torniquete debe ser la adecuada para detener el sangrado sin causar más daño a los tejidos.
- Marca el tiempo del torniquete: Anota la hora de la aplicación en un lugar visible para que se pueda monitorear el tiempo de uso.
- Aflojar el torniquete: Después de 40 a 50 minutos, afloja el torniquete durante 3 a 5 minutos. Durante este tiempo, puedes usar acupresión para controlar el sangrado y reducirlo.


Cómo operar un torniquete con tubo de goma
- Usa los dedos índice y medio para sujetar un extremo del torniquete.
- Envuélvelo alrededor de la extremidad dos veces y haz un nudo corredizo para asegurarlo.
Cómo utilizar un torniquete de tela
Este método es solo para uso temporal durante un rescate de emergencia si no tienes un torniquete específico. ¡Nunca uses alambres de hierro, cuerdas o materiales inapropiados!


- Dobla la tela: Forma una tira de tres o cuatro dedos de ancho.
- Coloca el acolchado: Ponlo sobre la parte correcta de la extremidad lesionada.
- Aprieta los extremos de la tela: Jala ambos extremos de la tela y envuélvela alrededor de la extremidad.
- Cruza por debajo de la extremidad y levanta: Haz un cruce por debajo de la extremidad y levanta el extremo de la tela.
- Haz el primer nudo: Coloca el primer nudo por encima de la extremidad lesionada, dejando un espacio de dos o tres dedos debajo del nudo.
- Haz otro nudo corredizo: Coloca un segundo nudo corredizo encima del primero.
- Usa una varilla o palo: Toma un objeto con forma de varilla o palo de cierta longitud e insértalo debajo del primer nudo.
- Levanta y aprieta el cabrestante: Gira la varilla para apretar el torniquete.
- Fija el nudo corredizo: Inserta un extremo de la varilla en el pequeño círculo del nudo corredizo, aprieta el nudo y fija la varilla.
- Asegura los extremos: Envuelve las tiras de tela en ambos extremos del cabrestante y átalas con nudos.
- Marca el tiempo del torniquete: Recuerda marcar la hora de la aplicación en un lugar visible.

En situaciones de emergencia, como hemorragias traumáticas, es crucial contar con conocimientos básicos sobre cómo detener el sangrado de manera rápida y eficaz para salvar vidas. La acupresión, el uso de torniquetes y otros métodos de control del sangrado pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La acupresión es una técnica simple y efectiva que puede ayudar a controlar el sangrado en áreas específicas del cuerpo, como la nariz, la cabeza, los brazos o las piernas. Sin embargo, es importante recordar que es solo una solución temporal y que se debe buscar atención médica lo antes posible.
Los torniquetes, ya sean de goma o tela, son herramientas poderosas en situaciones de hemorragias graves, especialmente en las extremidades. Aunque su uso requiere cuidado y conocimiento, un torniquete correctamente aplicado puede detener el sangrado de manera efectiva hasta que llegue ayuda profesional.
Recuerda que el uso de un torniquete debe ser solo un recurso de emergencia y siempre debe ser aplicado por alguien con la capacitación adecuada. Además, es vital marcar el tiempo del torniquete y aflojarlo periódicamente para evitar complicaciones adicionales.
En cualquier emergencia, tu objetivo es actuar rápidamente para controlar el sangrado, mantener la calma y buscar ayuda médica lo antes posible. Tener conocimientos básicos de primeros auxilios y saber cómo aplicar técnicas de hemostasia adecuadas puede hacer una gran diferencia en la supervivencia y recuperación de la persona afectada. Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.