Cuando estás en medio del monte, una simple cortada o raspón puede convertirse en un problemón si no sabes cómo actuar. Ya sea que te lastimes con una rama, una piedra, o incluso con tu propio cuchillo mientras limpias el camino o cazas, saber cómo atender una herida puede hacer la diferencia entre seguir con tu aventura o tener que abandonarla. Aquí te explico cómo reaccionar ante cortaduras, raspaduras y pinchazos con lo que tengas a la mano, incluso si no llevas un botiquín.
Cuando andas sobreviviendo en la naturaleza, ya sea cortando ramas espinosas con un cuchillo o cazando, es fácil que te hagas una cortada sin querer. Aunque una herida leve no pone en riesgo tu vida, en el campo cualquier cortada puede infectarse rápido. Así que no importa si la herida es grande o chiquita, siempre hay que tomarla en serio.
Cómo vendar una extremidad herida
- Coloca el inicio de la venda directamente sobre la herida y empieza a envolver desde adentro hacia afuera y desde la parte más alejada hacia la más cercana al cuerpo.
- Da las primeras dos vueltas completamente encima una de la otra, y después cada vuelta debe cubrir más o menos dos tercios de la anterior. Las últimas dos vueltas también deben ir totalmente una sobre la otra.
- Cuando termines de vendar, revisa que la circulación siga bien. Si sientes que la venda está muy apretada, quítala y vuelve a vendar con menos presión.
- Fija el final de la venda con un par de pedazos de cinta adhesiva o haciendo un nudo.

Las cortadas suelen ser limpias. Si no está sangrando, basta con enjuagarla un poco; si sangra, normalmente es de forma continua. Solo si cortas una arteria verás sangre salir a chorros. Si eso pasa, no te asustes: mantén la calma y actúa rápido.
Si alguien más se corta, trata de hablarle con voz tranquila para que no entre en pánico.
Estas heridas suelen doler, pero el dolor es soportable.
Cómo limpiar y desinfectar una cortada
Si tienes un botiquín con solución salina, empapa un poco de algodón limpio con ella y limpia bien la herida. Después, aplica alcohol al 70% para desinfectar. Luego, pon un poco de yodo (como el isodine) y cubre la herida con una tela limpia o una gasa, fijándola con cinta médica.
¿No tienes botiquín? No hay bronca. Puedes preparar una solución salina casera con agua y sal de mesa. La proporción ideal es 11 partes de agua por 1 de sal. Lava bien la herida con esta mezcla para reducir el riesgo de infección. Si no tienes alcohol, basta con cubrirla con una tela limpia.
¿Y si la herida es profunda?
Cuando una cortada es profunda, solo vendar no basta. Necesitas coser la herida para que cierre bien.
Primero, toma una gasa limpia del botiquín, córtala y cúbrete la herida. Desinfecta alrededor con alcohol. Luego, retira la gasa y lava a fondo con solución salina. Si tienes anestesia local, úsala alrededor de la herida. Si no, puedes intentar con alguna planta que tenga propiedades anestésicas. Y si tampoco tienes eso… ni modo, tendrás que aguantarte el dolor durante la sutura.
Antes de coser, revisa bien la herida y limpia cualquier coágulo o pedazo de carne suelta. Si solo se cortó la piel y el tejido justo debajo, basta con una capa de sutura. Pero si también se dañó la fascia (una capa más profunda), primero hay que coserla y luego la piel y el tejido subcutáneo.
Ojo: si la herida ya está infectada, no la cosas. Mejor ponle algún medicamento antibacteriano, como furacina, y deja que el pus salga.
Si la cortada es muy grande, conviene tomar antibióticos orales como prevención.
Primeros auxilios para raspaduras y pinchazos
Raspaduras
Cuando caminas entre pasto alto o arbustos, es fácil que una planta con espinas o ramas duras te raspe. Aunque no parezca grave, sí es molesto, y si no la atiendes, la piel se te puede poner roja e inflamada. En casos más serios, incluso se pone morada.
En la naturaleza, una infección puede volverse algo serio, sobre todo si no tienes medicinas. Por eso, no subestimes ni las raspaduras.
En cuanto notes una, ponle una compresa fría de inmediato. Después, cúbrela con presión para evitar que se inflame. Pasadas 12 horas, hierve un poco de agua y hazle compresas calientes durante 30 minutos.
Pinchazos
Aunque suelen parecer algo leve, los pinchazos también requieren atención. Si se te clava algo chiquito, como una espina o una astilla, trata de sacarla con cuidado y no dejes que se quede adentro.
Si se te clavó algo más grande, es probable que sangre.
En ese caso, primero saca el objeto con cuidado, lávate bien las manos, y presiona la herida por 3 a 5 minutos. La sangre debería parar sola. Luego, si tienes alcohol, desinfecta la zona, y cúbrela con una tela limpia. Si no tienes alcohol, con solo taparla basta.
Sobrevivir en la naturaleza no solo se trata de encontrar comida o refugio, también implica cuidar de tu cuerpo ante cualquier herida, por más pequeña que parezca. Una cortada mal atendida puede causarte una infección seria, y más si estás lejos de ayuda médica. Así que mantén la calma, actúa con lo que tengas y sigue estos consejos al pie de la letra. Estar preparado te puede salvar la piel —literalmente.