Cuando te aventuras en zonas de clima extremo, como montañas o regiones con frío intenso, es crucial estar consciente de los riesgos que pueden poner en peligro tu salud y seguridad. Desde la hipotermia y la congelación hasta el mal de altura, estos peligros requieren preparación y precauciones adecuadas. En Sandiario, te compartimos información vital para que puedas disfrutar de tus actividades de camping y montañismo con seguridad. Conocer los síntomas, el tratamiento y las medidas preventivas puede marcar la diferencia entre una experiencia increíble y un accidente grave. Aquí te damos algunos consejos clave para cuidar tu bienestar mientras exploras terrenos de altitud y temperaturas extremas.
El riesgo de congelación e hipotermia es común en climas fríos, y este riesgo aumenta cuando la velocidad del viento es alta, ya que el índice de sensación térmica también hará que la temperatura corporal baje aún más. El motivo más común de llamadas de emergencia en estos casos es la hipotermia, pero en climas fríos también pueden ocurrir otros problemas como la ceguera por la nieve, lesiones musculares, tendones de la corva y pie de trinchera.
Ceguera de la nieve
La ceguera de la nieve es una pérdida temporal de la vista causada por la luz solar intensa reflejada sobre el hielo o la nieve. Los casos leves pueden provocar enrojecimiento e hinchazón en los ojos, mientras que los casos más graves pueden llevar a una ceguera permanente. Para evitarla, usa gafas de sol o antiparras.
Bronceado
El riesgo de sufrir quemaduras solares aumenta cuando estás sobre hielo o nieve, o en altitudes elevadas. El hielo y la nieve pueden reflejar los rayos del sol y causar quemaduras solares en la piel de la nariz y la barbilla. Asegúrate de cubrir toda la piel expuesta o usar un protector solar de alta protección (al menos SPF 40) o loción protectora.
Tratamiento
Lee en el artículo "Efectos del clima cálido".
Congelación
La congelación en condiciones de hielo puede afectar cualquier piel expuesta. Las partes del cuerpo más susceptibles a la congelación son las extremidades, como la cara, la nariz, las orejas, las manos y los pies. Para evitar la congelación, usa ropa holgada, guantes (no guantes de cinco dedos) y una capucha de lana o algo similar. Mantén la ropa seca y sigue moviendo los dedos de las manos y pies para promover la circulación sanguínea.
Los síntomas de congelación incluyen hormigueo y entumecimiento. Si viajas en grupo, forma parejas y revisa las extremidades de cada uno, observando si aparecen primero parches de piel pálidos y congelados, que luego se vuelven blancos, azules y finalmente negros.
Tratamiento
Quítate los guantes o las botas, coloca el área afectada en un lugar cálido y envuélvela. Eleva la extremidad afectada y, si es necesario, busca ayuda médica. Calienta lentamente, por ejemplo, debajo de las axilas de la persona o en agua tibia, luego sécala cuidadosamente.
Pie de trinchera
El pie de trinchera es causado por la exposición de los pies mojados a condiciones de mucho frío (de 0°C a 10°C) durante largos períodos de tiempo. Si esta afección persiste, puede volverse grave porque los vasos sanguíneos se contraen y bloquean la circulación, lo que eventualmente puede llevar a gangrena y, en casos extremos, a la amputación de la extremidad afectada.
Los síntomas del pie de trinchera incluyen pies adormecidos, sensación de frialdad y pesadez, hinchazón y hormigueo en el área afectada. Los dedos de los pies y los tobillos se sienten rígidos y caminar se vuelve difícil. Para evitar el pie de trinchera, mueve los pies con regularidad, mantenlos secos y usa zapatos y calcetines holgados para asegurar una buena circulación sanguínea. Si tus zapatos y calcetines se mojan, lo primero que debes hacer al llegar al campamento es cambiártelos.
Tratamiento
Lo mismo que para tratar la congelación.
Efecto de la altitud
El mal de altura afecta a los escaladores en diferentes altitudes de la siguiente manera:
- Mal de altura agudo (rara vez por debajo de los 2,450 metros): aparece rápidamente con síntomas como dolor de cabeza, náuseas, mareos y dificultad para respirar.
- Edema pulmonar por altitud (rara vez por debajo de los 3,000 metros): fatiga, tos seca, dolor de cabeza, fiebre, taquicardia y labios morados.
- Edema cerebral de gran altitud (rara vez por debajo de los 3,350 metros): dolor de cabeza intenso, ruidos crepitantes en los pulmones, falta de coordinación, ceguera y alucinaciones.
Hipotermia
La exposición prolongada al frío puede causar hipotermia, especialmente si el aire está húmedo y ventoso. La hipotermia ocurre cuando la temperatura del cuerpo desciende por debajo de los 35°C.
A medida que baja la temperatura, los primeros síntomas incluyen escalofríos, seguidos de confusión, letargo y comportamiento extraño. La persona afectada puede quejarse de fatiga, experimentar visión borrosa, dificultad para hablar, calambres y piel pálida y húmeda. Si la temperatura corporal baja a 26°C, la enfermedad progresa a la etapa final, donde la persona pierde el conocimiento y puede morir debido a un paro cardíaco. Si estás en grupo, todos deben controlarse entre sí para detectar síntomas de hipotermia.
Para evitar la hipotermia, asegúrate de añadir una capa resistente al viento a tu ropa abrigada para evitar la pérdida de calor. Además, come bien, bebe mucha agua y mantente activo.
Tratamiento
Envuelve al paciente en una manta y cúbrele la cabeza. Trasládalo a un área protegida y ponlo en un saco de dormir, un bolso vivac o envuélvelo en una manta térmica o algo similar. Busca ayuda médica, pero asegúrate de no dejar al paciente solo. Si puedes, deja que el paciente beba mucha agua o bebidas calientes y coma algunos alimentos ricos en energía y fáciles de digerir para ayudar a elevar su temperatura corporal. Si el paciente deja de respirar, se requiere hacerle reanimación boca a boca.
Mal de altura
El mal de altura puede variar en gravedad, desde dolores de cabeza intensos hasta edema pulmonar o cerebral, que puede ser potencialmente mortal (una acumulación de líquido en los pulmones o el cerebro). Normalmente ocurre cuando subimos rápidamente por encima de los 3,000 metros sobre el nivel del mar.
En comparación con el terreno a nivel del mar, la presión del aire en las zonas altas es baja y el oxígeno escasea, lo que hace que entre menos oxígeno a la sangre. El cuerpo humano puede adaptarse a altitudes de hasta 5,500 metros, pero requiere un proceso. Los síntomas más comunes del mal de altura son dificultad para respirar y la necesidad de reducir la velocidad, pero las reacciones más graves incluyen dolores de cabeza intensos, malestar en el pecho, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, desorientación, confusión, falta de equilibrio y tos seca. Es importante destacar que el mal de altura no es igual para todas las personas; solo porque hayas superado el mal de altura en una expedición no significa que puedas superarlo la próxima vez.
Para evitar el mal de altura, sube montañas lentamente (no más de 300 metros por día), incluso si estás en buena forma física para escalar distancias más altas. Si es posible, pasa algunos días a una altitud moderada (alrededor de 2,500 metros) para aclimatarte antes de continuar subiendo. La deshidratación puede empeorar el mal de altura, así que asegúrate de beber mucha agua mientras escalas.
Tratamiento
Si alguien comienza a experimentar síntomas de mal de altura, lo primero que debes hacer es trasladarlo a una altitud menor lo antes posible, especialmente si los síntomas aparecen rápidamente. Los síntomas deberían aliviarse por sí solos después de unos días, pero si empeoran tras descender, es importante buscar asistencia médica urgente, ya que esto podría indicar edema pulmonar o cerebral.
Estar preparado es la mejor forma de enfrentar los retos que presentan el frío extremo y la altitud. Ya sea que estés subiendo una montaña o acampando en climas helados, es fundamental reconocer los primeros signos de condiciones peligrosas como el mal de altura, la hipotermia o el pie de trinchera, y tomar acción rápida. Recuerda que la prevención, el conocimiento y la toma de decisiones informadas pueden evitar que una aventura se convierta en una emergencia. No olvides aclimatarte, mantenerte hidratado y proteger tu cuerpo de las inclemencias del clima. Con estos cuidados, estarás listo para disfrutar de la naturaleza de manera segura y responsable. Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.