En una salida al campo, en la ciudad o hasta en tu propia casa, no falta que se te meta una basurita en el ojo, un insecto en el oído o que un pedazo de comida se te atore en la garganta. Son accidentes comunes que pueden volverse graves si no sabes cómo reaccionar. Aquí en Sandiario te comparto consejos sencillos y efectivos para que sepas qué hacer en cada caso y puedas resolverlo sin empeorar la situación.
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Si algo se mete en tu ojo
Cómo limpiarlo
- Mete la cabeza en agua limpia y abre y cierra los ojos varias veces; con eso muchas veces el agua arrastra lo que te molestaba.
- Si se te metió arena o piedritas en el párpado o la córnea, dobla un pedacito de papel suave y con mucho cuidado retira el granito.

Cosas como polvo, arenilla, pestañas, mosquitos o incluso fragmentitos de vidrio pueden meterse en los ojos. Los síntomas son inmediatos: dolor, lagrimeo, dificultad para abrir el ojo o sensación de tenerlo seco. Lo primero que la mayoría hace es frotarse fuerte los ojos, ¡pero eso es lo peor que puedes hacer! Si te tallas, no solo no sale el objeto, sino que puedes enterrarlo más y lastimarte la córnea.
Qué hacer
- Deja que la lágrima haga su chamba: cierra los ojos suavemente y vuelve a abrirlos despacio. También puedes levantar el párpado con la mano limpia para que las lágrimas arrastren la basurita. Si alguien te acompaña, puede soplarte despacito para que produzcas más lágrimas.
- Agua limpia: si no sale con lágrimas, enjuágate con agua limpia.
- Con ayuda de otra persona: si aún sientes dolor, pide que alguien te revise. Primero que te bajen el párpado inferior, luego el superior. Si se ve el objeto, se puede retirar con un algodón húmedo o con la esquina de una toalla limpia y mojada.
- Si sigue la molestia: puede que esté pegado en la córnea. En ese caso no lo dudes, ve al hospital para que lo quite un especialista.
Después de sacar el objeto, si todavía te duele, probablemente tu ojo esté irritado o tu córnea se haya lastimado. En ese caso también conviene que un doctor te recete gotitas o pomada para que sane rápido.
Si algo entra en tu oído
Los objetos que se meten en el oído suelen ser de dos tipos:
- Animales: insectos como mosquitos, chinches o cucarachitas.
- Objetos pequeños: semillas, frijoles, bolitas de papel, canicas, juguetitos metálicos, etc.
Los síntomas varían: dolor, zumbido, comezón, pérdida de audición o hasta tos reflejo. Ten mucho cuidado, porque cerca del final del canal auditivo está el tímpano, que es muy frágil y fácil de romper.
Qué hacer
- Si es un insecto: puedes echar unas gotitas de aceite comestible, alcohol al 70% o éter para inmovilizarlo o ahogarlo. Otra opción es alumbrar con una linterna: muchos bichos salen solos atraídos por la luz.
- Si es lodo o tierrita: enjuaga con agua tibia, pero solo si no tienes infección de oído ni tímpano perforado.
- Si es un frijol u otra semilla: pon unas gotas de alcohol al 95% para que se encoja antes de sacarlo. Nunca le pongas agua, porque se hincha y empeora.
- Si es papel, algodón u otro objeto suave: sácalo con unas pinzas con cuidado.
- Si es redondito y resbaloso (como una canica): a veces se puede sacar con un ganchito pasando por un costado del objeto.

Después de retirar lo que haya entrado, desinfecta el oído si hay alguna raspadura para evitar infección.
Si algo se te atora en la garganta
Cuando un pedazo de comida u otro objeto se queda atorado en la garganta, puedes tener tos, dolor, no poder hablar y hasta dificultad para respirar. Aquí van algunas formas de actuar:
- Toser fuerte o recibir golpes en la espalda: inclínate hacia adelante y que alguien te dé palmadas firmes en la espalda, entre los omóplatos. Muchas veces el objeto sale así.
- Sácalo con los dedos: si alcanzas a sentirlo, mete los dedos con cuidado para retirarlo. También otra persona puede ayudarte abriéndote la boca y sacándolo con la mano o con un objeto limpio.
- Si ya se fue hacia la tráquea: da golpes rápidos en la espalda para regresarlo a la garganta y poder sacarlo.
- Maniobra de Heimlich: ponte de pie, con alguien detrás de ti. Esa persona debe rodear tu abdomen, poner un puño justo entre el ombligo y el esternón, y empujar fuerte hacia adentro y arriba. Si eres embarazada o tienes mucha panza, el empuje debe hacerse un poco más arriba, en el pecho bajo.
- Si nada funciona: alterna la maniobra de Heimlich con respiración boca a boca y pide una ambulancia de inmediato.
Cuando se trata de ojos, oídos o garganta, lo más importante es mantener la calma y actuar con cuidado. Nunca intentes sacar las cosas a la fuerza ni te desesperes; muchas veces hay soluciones simples que evitan que el problema crezca. Y recuerda: si no logras resolverlo, lo mejor siempre será acudir con un médico. Más vale prevenir que lamentar.
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