Cuando andas en la naturaleza, hay un recurso que es absolutamente indispensable: ¡la sal! No solo es clave para darle sabor a la comida, sino que también es fundamental para mantener el equilibrio en tu cuerpo.
La sal ayuda a regular el agua en el organismo, mantiene la presión osmótica de las células, participa en la producción de ácido gástrico, mejora la digestión y hasta aumenta el apetito. Además, es clave para que la pepsina haga su chamba, mantiene el pH balanceado y permite la circulación normal de los líquidos en el cuerpo.
Si no consumes suficiente sal, podrías sentirte débil, mareado, con pérdida de apetito e incluso tener síntomas más graves como náuseas, vómitos, taquicardia, calambres y visión borrosa. Para evitar esto, un adulto necesita al menos 5 gramos de sal al día. Como perdemos sal al sudar y al orinar, es aún más importante reponerla cuando estamos en climas cálidos o haciendo esfuerzo físico.
¿Dónde encontrar sal en la naturaleza?
En la naturaleza, la sal es un recurso escaso, así que lo mejor es llevar siempre un poco contigo. Puedes dividirla en bolsitas pequeñas y guardarlas en tu mochila, botiquín de primeros auxilios o incluso en una caja de supervivencia. Unos 50 gramos de sal apenas ocupan espacio y pueden hacer una gran diferencia en una emergencia.
Si te quedas sin sal, aquí hay algunas maneras de obtenerla en la naturaleza:
Sangre animal
Si tienes que cazar para sobrevivir, no desperdicies la sangre del animal. En presas atrapadas en lazos, la sangre se coagula dentro del cuerpo y toma tiempo extraerla. Aunque parezca increíble, la sangre de unos cuantos ratones contiene suficiente sal para cubrir tus necesidades diarias. Lo mismo pasa con los peces y otros animales pequeños. Si los asas y comes su carne, también obtendrás sal.
Seguir a los herbívoros
Los animales herbívoros necesitan sal y muchas veces buscan minas naturales de sal para lamer el suelo y las rocas. Si los sigues, podrías encontrar estos depósitos de sal. Sin embargo, este método no es muy confiable, a menos que veas directamente a los animales lamiendo la tierra o las piedras. Si encuentras un lugar así, puedes hervir las piedras o la tierra en agua para extraer la sal.
Carnívoros y su fuente de sal
Los carnívoros obtienen su sal de las presas que comen. Pero seguir a un depredador en busca de sal puede ser muy peligroso. En todo caso, si logras cazar uno, su sangre también es una fuente de sodio.
Agua de mar y lagos salinos
Si estás en la costa, hay mucha sal disponible, pero no puedes beber agua de mar directamente porque te deshidrataría. Puedes diluirla con agua dulce antes de beberla o evaporar el agua de mar para obtener sal sólida. El agua extraída de pozos cerca de la costa, por encima de la línea de flotación, también contiene algo de sal y puede usarse para cocinar.
En los desiertos, los lagos salinos funcionan de manera similar al mar: puedes recolectar y evaporar el agua para obtener sal.
Minas de sal
Algunas regiones tienen minas de sal naturales, pero son raras. Si estás planeando una expedición, es buena idea marcar en tu mapa la ubicación de cualquier mina de sal cercana.
Sal en las plantas
Otra forma de conseguir sal es a través de ciertas plantas, ya que muchas contienen sodio, potasio y cloro. Desde esta perspectiva, comer más vegetales también te ayuda a reponer minerales esenciales.
Algunos árboles con raíces aéreas, sobre todo los que crecen cerca de arroyos, extraen agua con oligoelementos que pueden servir para reponer sales. Las raíces tuberosas de ciertas plantas también concentran minerales, mientras que la lenteja de agua absorbe nutrientes del agua, incluidos oligoelementos. Si la tuestas y la mueles para hacer sopa, puedes obtener algo de sal de ella.
Aunque estas plantas no sepan saladas, pueden aportar sodio, potasio y cloro. En algunas montañas y bosques, existen los llamados "árboles formadores de sal" o "hierbas formadoras de sal", que en épocas de sequía expulsan cristales de sal marrón oscuro desde su corteza o sus hojas. Pero encontrar estos árboles es cuestión de suerte.
Cómo reciclar sal en una emergencia
Si de plano no hay otra opción, hay un truco para recuperar la sal de tu propio sudor. Solo necesitas:
- Media lonchera con agua limpia.
- Algodón o un trapo para limpiar tu piel y absorber el sudor.
- Ropa interior o cualquier prenda con sudor acumulado.
Sumerge la ropa en agua hirviendo para extraer la sal del sudor. Luego, hierve esa agua hasta que se evapore, dejando la sal como residuo. Suena medio asqueroso e ineficiente, pero en una emergencia puede salvarte.
Lleva siempre sal contigo
Puedes aguantar un rato sin comida, pero sin sal la cosa se complica. Llevar un poco no cuesta nada y ocupa poco espacio. Si te ves en aprietos, busca fuentes naturales de sal en plantas, animales o agua de mar. Además, trata de evitar el esfuerzo físico innecesario y las temperaturas extremas para no perder más sal de la cuenta.
Si empiezas a sentir calambres en brazos o piernas, aun sin haber hecho ejercicio intenso, es señal de que te falta sal. En ese momento, beber un poco de agua con sal puede ayudarte a evitar problemas mayores.
El azúcar: energía rápida y útil en la naturaleza
El azúcar no es esencial para la supervivencia, pero si puedes llevar un poco, te será de gran ayuda. Es la forma más rápida de reponer energía cuando andas en movimiento.
Hay muchas opciones: caramelos de leche, caramelos de frutas y terrones de azúcar son prácticos y fáciles de transportar. Sin embargo, lo mejor es llevar azúcar granulada fina mezclada con glucosa, ya que se disuelve rápido incluso en agua fría.
Si tienes poca agua, un truco es tomar un pequeño sorbo de azúcar, dejar que se disuelva en tu saliva y luego beber un poco de agua.
Los terrones de azúcar para café también son una excelente opción. Suelen ser una mezcla de sacarosa, fructosa y glucosa, lo que los hace más nutritivos y fáciles de transportar.
Cuando termines un día de caminata, un pequeño bocado de azúcar puede ayudarte a recuperar energía y aliviar la fatiga. Si en el camino te sientes cansado y hambriento pero no puedes parar a comer, un poco de azúcar te dará el impulso necesario para seguir adelante.
Además, el azúcar mejora el sabor de los tés hechos con hierbas silvestres y, en situaciones extremas, se puede usar para secar heridas y prevenir infecciones. Este uso se explicará más a fondo en el artículo sobre rescate en el campo.
Consejos para transportar azúcar
El azúcar es muy sensible a la humedad, así que guárdalo en un recipiente hermético. Si se moja, puedes secarlo al sol antes de volver a guardarlo.
Ya lo sabes: la naturaleza puede ser tanto un reto como un aliado, pero siempre es importante estar preparado. La sal y el azúcar son dos recursos que, aunque a menudo damos por sentados, son esenciales para nuestra supervivencia y bienestar en el campo. La sal es clave para mantener el equilibrio en el cuerpo, mientras que el azúcar es una fuente rápida de energía cuando las fuerzas empiezan a flaquear.
Llevar estos elementos en tu mochila no solo es práctico, sino que puede ser la diferencia entre pasar una mala experiencia o disfrutar de una aventura segura. Si por alguna razón te quedas sin ellos, no te preocupes: la naturaleza siempre tiene algo que ofrecer si sabes cómo buscar. Desde las raíces de las plantas hasta el agua del mar, pasando por los animales y sus recursos, hay maneras de conseguir lo necesario para mantenerte en marcha.
Recuerda siempre estar atento a tu entorno, hacer uso de lo que te da la naturaleza de manera responsable y nunca olvides que, aunque puedas prescindir de la comida por un tiempo, la sal y el azúcar son vitales para que tu cuerpo funcione correctamente. Prepárate con anticipación y mantén la calma en cualquier emergencia, ¡y que tu aventura en el campo sea todo un éxito! Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.