Cuando te vas de campamento, de senderismo o simplemente a explorar el monte, nunca estás exento de topar con animales salvajes o insectos agresivos. Aunque lo ideal es evitar el peligro, a veces una mordida o picadura puede pasar sin aviso. Saber cómo actuar en esos momentos puede marcar la diferencia entre una molestia menor y una emergencia grave. En Sandiario te contamos, con palabras claras y al grano, qué hacer si te muerde un animal como un perro o si te pica una abeja o avispa en medio del campo.
Primeros auxilios por mordedura de animales
Cuando haces actividades al aire libre, es común encontrarte con animales que pueden ser peligrosos o venenosos, como perros, gatos, lobos, entre otros. Para evitar mordeduras, lo mejor es no acercarte a lugares muy húmedos, ya que muchos de estos animales viven en zonas boscosas o cerca de ríos. En estos ambientes hay que andar con mucho cuidado.
Estos animales suelen atacar cuando menos lo esperas, así que más vale prevenir. Si vas a andar por zonas donde puedan aparecer animales agresivos, lleva contigo alguna herramienta o arma pequeña que te ayude a defenderte rápido si es necesario. Así te proteges de una posible mordida.
Si llegas a ser mordido, sobre todo por un perro que podría tener rabia, es muy importante que limpies la herida de inmediato. Las mordidas pueden romper la piel y dañar el tejido blando debajo, incluso pueden arrancar pedazos de carne en casos graves.
Las infecciones más comunes por mordedura son causadas por bacterias como el estafilococo dorado, estreptococo hemolítico, E. coli, bacteroides y el tétanos. El dolor suele ser fuerte, con sangrado y pus. Además, en la herida pueden quedar restos de saliva del animal, comida o suciedad, lo que aumenta el riesgo de infección.
En cuanto te muerda un animal, debes actuar rápido: lava la herida varias veces con agua salada, sécala con una gasa limpia y desinfecta la zona con alcohol al 70% o yodo. Si la herida es profunda, usa peróxido de hidrógeno al 3% (agua oxigenada) para evitar infecciones por bacterias anaerobias. En algunos casos, puede que sea mejor no coser la herida para que drene bien.
La infección más grave que puede provocar una mordedura es la rabia. Esta se transmite por la mordida o rasguño de un animal infectado, como perros, gatos o lobos. Si estás en un lugar donde no hay atención médica cerca, puedes lavar muy bien la herida con agua y jabón, por al menos 5 minutos. Trata de sacar la sangre sucia presionando suavemente, mantén la herida hacia abajo y evita moverte mucho, así retrasas el paso del virus hacia el corazón.

Ojo: no solo los perros pueden tener rabia. También los mapaches, lobos, zorros y otros animales salvajes pueden estar contagiados. Si el animal que te mordió anda deambulando sin rumbo, con la cabeza baja, la cola caída y actitudes raras como gruñidos apagados o movimientos torpes, podría tener rabia. En ese caso, ve lo más pronto posible a un centro de salud o puesto de control animal para ponerte la vacuna y recibir tratamiento.
Primeros auxilios por picaduras de abejas y avispas
Qué hacer si te pican insectos
- Usa la uña o una navaja sin filo para raspar con cuidado el aguijón que haya quedado en la piel.
- Lava la zona afectada con agua y jabón.
- Aplica hielo para bajar la inflamación.
- Puedes tomar un analgésico si el dolor es fuerte.

Cuando andes en el monte o haciendo senderismo, trata de no abrirte camino entre la maleza, especialmente si es un área donde puede haber avispas. Si ves un panal bloqueando el paso, lo mejor es rodearlo. Nunca agites ramas o golpees arbustos con palos, ya que podrías molestar a una colmena y provocar un ataque.
Las abejas y las avispas tienen un aguijón con veneno en la cola. Al picar, inyectan el veneno en la piel. Las abejas, en particular, suelen dejar el aguijón clavado, mientras que otras especies lo retiran después de picar.
Si solo hay una o dos avispas rondando tu cabeza, no pasa nada, tú sigue caminando como si nada. Pero si te persigue un enjambre, siéntate, quédate quieto y cúbrete la cabeza y el cuello con tu ropa. Espera a que se vayan antes de moverte otra vez.
Cuando te pica una abeja o una avispa, la piel se inflama, duele y se enrojece. Si es solo una picadura, saca el aguijón lo más pronto posible. Si está pegado a la piel, ráspalo con la uña o una hoja de cuchillo. No lo aprietes ni lo jales, porque puedes inyectarte más veneno. Lava la zona con agua y jabón para evitar infecciones.
Si te pican varias abejas, puedes tener síntomas como fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómito, nerviosismo, e incluso desmayos, dificultad para respirar o presión baja. En esos casos, saca todos los aguijones lo antes posible y lava con una solución de bicarbonato al 5%. También puedes aplicar una pomada como la del "medicamento de serpiente" (como se le llama en algunos remedios tradicionales), y tomar pastillas del mismo tipo si las tienes.
Si presentas una reacción alérgica —como ronchas, cara hinchada o congestión nasal— puedes usar medicamentos antialérgicos como dexametasona o clorfenamina para aliviar los síntomas.
En caso de picadura por avispa, puedes mojar una gasa en vinagre y ponerla sobre la zona afectada. También se puede inyectar 1 ml de emetina (un alcaloide de la ipecacuana) disuelto en 5 ml de solución salina directamente en la herida, o aplicar de nuevo el ungüento de serpiente si lo tienes a la mano. Otra opción es mojar una toalla en agua fría y ponerla sobre la picadura para desinflamar.
Estar en contacto con la naturaleza es increíble, pero también conlleva ciertos riesgos. Por eso, conocer los primeros auxilios básicos ante mordeduras y picaduras te da una ventaja enorme. No se trata solo de sobrevivir, sino de mantener la calma, actuar con rapidez y prevenir complicaciones. Así que la próxima vez que salgas de aventura, lleva tu kit de primeros auxilios, mantente alerta… y no olvides que estar preparado también es parte de disfrutar el camino.