La supervivencia en cualquier lugar al aire libre puede enfrentarse a obstáculos relacionados con el agua, ya sea un río, un arroyo, un lago, arenas movedizas, un humedal o un pantano. Incluso en los desiertos, las inundaciones repentinas pueden ser un peligro. No importa qué tipo de agua encuentres, lo importante es saber cómo cruzarla o navegarla de forma segura.
Río
Un río o arroyo puede ser estrecho o ancho, poco profundo o muy profundo, lento o rápido. El primer paso es elegir un punto de cruce lo más seguro posible. Busca un lugar elevado desde donde puedas ver bien el río y después selecciona el mejor sitio para cruzarlo. Si no hay terreno elevado, sube a un árbol para tener una mejor vista. Observa cuidadosamente el río para ver si encuentras alguna de estas condiciones:
- ¿Hay varios cursos de agua? Si el río se divide en varios canales, generalmente será más fácil cruzar dos o tres canales estrechos que un río ancho de una sola corriente.
- ¿Existen obstáculos al otro lado que puedan dificultar el cruce? Escoge el lugar donde puedas avanzar de la forma más segura.
- ¿Hay cascadas o corrientes rápidas? Evita cruzar cerca de estas zonas, ya que la corriente es mucho más peligrosa.
- ¿Hay rocas en el camino? No las cruce, ya que golpear las rocas puede causarte lesiones. Sin embargo, las rocas dispersas que interrumpen el flujo del agua pueden ayudarte a cruzar de forma más segura.
- Busca bancos de arena. Si puedes, cruza río arriba de un banco de arena, ya que si pierdes el equilibrio, la corriente puede arrastrarte hacia él.
- Observa la corriente. Al cruzar un río, camina en un ángulo de 45 grados respecto a la corriente para no ser arrastrado.
- La profundidad no siempre es un problema. Los ríos profundos, por lo general, tienen corrientes más lentas, lo que los hace más seguros que los de aguas poco profundas con corrientes rápidas.
Cruzar los rápidos
Cruzar un rápido no es tan peligroso como parece. Si nadas, siempre hazlo en la misma dirección que la corriente, no contra ella, y trata de mantener el cuerpo lo más horizontal posible. Esto reducirá el riesgo de ser arrastrado por las corrientes subterráneas.
Si nadas en aguas poco profundas, trata de mantener los pies hacia adelante y golpea rápidamente el agua con las manos para aumentar la flotabilidad. Mantén los pies elevados para evitar que te golpees con las rocas bajo el agua.
Si nadas en rápidos más profundos, recuéstate boca abajo y mantén la cabeza hacia adelante. Trata de mantener el cuerpo en ángulo recto con la orilla del río y respira entre las olas. Evita los remolinos y las áreas espumosas, donde las cascadas pueden crear fuertes corrientes que dificultan la flotabilidad.
Si vas a caminar por un río rápido o peligroso, puedes quitarte los pantalones y la ropa interior para reducir la fricción del agua, pero asegúrate de usar zapatos que protejan tus pies y tobillos de las piedras y te ayuden a mantener el equilibrio.
Ata bien tus pantalones y otros objetos importantes a la parte superior de tu mochila, para que si tienes que abandonarla, todos los elementos queden juntos. Es más fácil encontrar la mochila que perder cosas pequeñas.
Lleva la mochila sobre tus hombros, pero si tu equilibrio se vuelve inestable, suéltala de inmediato. Si no puedes quitarla rápido, podría arrastrarte al agua.
Encuentra un palo grueso (unos 10 cm de diámetro y 2 metros de largo) para ayudarte a cruzar. Este te servirá como soporte para bloquear la corriente a medida que avanzas.
Si estás con otros, lo mejor es cruzar el río en grupo. La persona con el peso más pesado debería estar en el extremo del palo, río abajo, mientras que la persona más ligera debería estar río arriba. De esta manera, la persona de arriba bloquea el flujo de agua, facilitando el cruce.
Hacer una balsa con un poncho
Si tienes un poncho a la mano, puedes armar una balsa improvisada con él. Este tipo de balsa es útil para transportar personas y equipos de forma segura a través de ríos sin corrientes fuertes.
Materiales que necesitarás:
- Un poncho
- Ramitas o varas pequeñas
- Cuerda o material para atar, como ratán
Pasos para hacerla:
- Clava varias estacas de madera pequeñas en el sueloy colócalas en forma de un marco con un círculo exterior e interior.
- Usa ramitas o bastones para formar un círculo dentro del marco.
- Envuelve algunas cuerdas alrededor del círculo cada 30 a 50 centímetros y átalo bien para que quede firme.
- Extiende el poncho en el suelo con el lado interior hacia arriba. Coloca el círculo trenzado de ramas en el centro del poncho. Luego, envuelve el poncho alrededor del círculo y ata los ojales del poncho de manera segura.
- Ata una cuerda a la balsa. Para facilitar el manejo, puedes amarrar una hebilla de cuerda o incluso una botella de agua vacía al extremo de la cuerda.
Ten mucho cuidado de no rasgar el poncho mientras lo arrastras por el suelo.
Antes de cruzar un río, prueba tu balsa en el agua para asegurarte de que flote correctamente. Si el agua es demasiado profunda para cruzar caminando, nada con la balsa al frente y empújala hasta el otro lado.
Si el agua está demasiado fría y no hay un lugar poco profundo para cruzar, mejor busca otro método. Puedes considerar usar un tronco para hacer un puente temporal o hacer una balsa más grande, pero esto requeriría tiempo y herramientas como un hacha, cuchillo o cuerda.
Dispositivos de flotación improvisados
Si el agua está lo suficientemente caliente para nadar, pero no eres un nadador experto, hay varias formas de fabricar un dispositivo de flotación con cosas que puedas encontrar a tu alrededor.
Algunas opciones incluyen:
- Pantalones: Haz un nudo en las perneras de tus pantalones y abrocha los botones. Sujeta la cintura con ambas manos, gíralos un par de veces en el aire para que se llenen de aire, y luego mételos al agua para que no se escape el aire. Así tendrás un flotador improvisado. Si cruzas un río más ancho, es posible que necesites inflarlos varias veces.
- Contenedores vacíos: Si tienes latas vacías, cajas o latas de gasolina, puedes unirlas para hacer un flotador. Este tipo de dispositivo es útil solo en ríos con corrientes lentas, ya que no resisten bien las corrientes fuertes.
- Bolsas de plástico: Llena un par de bolsas de plástico con aire, átalas bien y tendrás un flotador ligero. Este truco funciona bien en ríos poco profundos o con corrientes lentas.
- Poncho: Coloca algunas plantas verdes dentro del poncho y luego enróllelo hasta que tenga un diámetro de al menos 20 cm. Ata bien ambos extremos del poncho. Puedes atarlo a la cintura o llevarlo cruzado sobre el hombro para mantenerlo a la vista.
- Un tronco flotante: Si tienes acceso a un tronco, asegúrate de que flote antes de intentar usarlo como flotador. Algunos troncos, como los de las palmeras, se hunden aunque estén secos.
- Espadaña: Recolecta los tallos de espadaña (Typha) y átalo en manojos de al menos 25 cm de diámetro. Estos tallos contienen aire y flotan muy bien. Asegúrate de probar el haz antes de cruzar el agua para asegurarte de que puede soportar el peso de una persona.
Saber cómo cruzar un río o navegar a través de cuerpos de agua en la naturaleza es una habilidad esencial para cualquier campista o aventurero. Ya sea que utilices un poncho para hacer una balsa improvisada o un dispositivo de flotación hecho con materiales simples, lo más importante es siempre priorizar la seguridad. Antes de lanzarte al agua, asegúrate de probar tu equipo, observar las condiciones del río y, sobre todo, confiar en tu capacidad para adaptarte a las circunstancias.
Recuerda que en situaciones de emergencia, la creatividad y la calma son tus mejores aliados. Y aunque un río puede ser un obstáculo en tu camino, con los conocimientos adecuados y un poco de ingenio, siempre encontrarás la forma de cruzarlo con éxito y continuar tu aventura al aire libre. ¡Así que prepárate, mantén la cabeza fría y nunca subestimes el poder de estar bien preparado!