Aunque las arenas movedizas no son tan peligrosas como las pintan en las películas, sí representan un peligro oculto en la vida real. Estaba caminando solo en el desierto, cuando de repente pisé las arenas movedizas y mi cuerpo se hundió rápidamente. ¿Qué hacer? No te preocupes, ¡todavía hay esperanza! Mientras mantengas la calma y uses el método correcto, podrás salir del lío de manera segura.
¿Qué son las arenas movedizas?
Las arenas movedizas son un fenómeno natural, una mezcla suave de arena y agua. La arena se mueve muy fácilmente en este estado semi-líquido. El agua subterránea sale al suelo y se mezcla con la arena, lo que reduce la fricción entre los granos y hace que la arena comience a "fluir", formando así las temidas arenas movedizas.
Aunque las arenas movedizas pueden aparecer casi en cualquier lugar donde haya agua, hay ciertos sitios donde son más comunes. Los lugares más propensos a las arenas movedizas incluyen pantanos, riberas de ríos, playas, orillas de lagos y manantiales subterráneos cercanos.
¿Qué tan aterradoras son las arenas movedizas?
Si conoces las causas y características de las arenas movedizas y usas un poco de sentido común, te darás cuenta de que no son el "monstruo mortal" que muestran en las películas. Incluso si caes en un pozo de arenas movedizas, no entres en pánico. No te tragarán por completo, y escapar de ellas no es tan difícil como parece.
Sabemos que la densidad del cuerpo humano es de aproximadamente 1 g/cm³, lo que hace que las personas puedan flotar en el agua. Las arenas movedizas son más densas que el agua, alrededor de 2 g/cm³, lo que significa que flotarás más fácilmente en ellas que en el agua.
Las arenas movedizas se asemejan mucho al concreto mojado. Las vibraciones reducen aún más la fricción entre los granos de arena, lo que hace que la superficie pierda su soporte. Por lo tanto, si te atrapan, cuanto más luches, más rápido te hundirás. Si te relajas, tu cuerpo flotará porque la densidad del cuerpo humano es menor que la de las arenas movedizas. El truco es moverse despacio, apoyarte sobre la arena y luego acostarte boca arriba. Así tu cuerpo flotará hasta salir de la zona peligrosa.
Las arenas movedizas no dan tanto miedo como parecen en las películas. La mayoría de las personas que mueren en ellas suelen ser víctimas del pánico, luchando descontroladamente antes de ser atrapadas. Por eso, si alguna vez te encuentras con ellas, mantén la calma y usa el método adecuado para escapar.
¿Cómo salir de las arenas movedizas poco profundas?
Primero, tira todo lo que lleves encima
Si llevas una mochila u otros objetos pesados cuando caes en las arenas movedizas, lo primero que debes hacer es quitártelos de inmediato. La densidad de las arenas movedizas es mayor que la del cuerpo humano, por lo que es prácticamente imposible que una persona se hunda por completo, a menos que entre en pánico y empiece a luchar, o que lleve objetos pesados.
Si puedes, quítate los zapatos. Los zapatos pueden crear mucha resistencia al levantar el pie, especialmente las botas con suelas planas y rígidas. Si vas a estar en una zona con arenas movedizas, lo mejor es no usar botas, caminar descalzo o usar zapatos que puedas quitarte rápidamente si te quedas atrapado en ellos.
Retrocede lentamente
En cuanto sientas que tus pies se están atascando, retrocede un par de pasos para evitar caer aún más en las arenas movedizas. Normalmente, los sedimentos tardan un minuto en convertirse en una mezcla de agua y arena líquida, así que escapar antes de que eso ocurra es la mejor estrategia.
Si notas que tus pies están atascados, no trates de liberarte de inmediato. Aunque podrías liberar un pie con un gran paso, el otro pie se hundiría más debido al esfuerzo excesivo, lo que haría aún más difícil salir de las arenas movedizas.
Acuéstate boca arriba
Si tus pies están atrapados, siéntate y luego acuéstate boca arriba. Esto aumenta la superficie de soporte y reduce la presión sobre las arenas movedizas de tus pies, lo que hará que tus pies flotarán lentamente. En cuanto notes que tus pies empiezan a aflojarse, gira hacia un lado para liberarlos. Aunque eso pueda manchar tu ropa, es la forma más rápida y segura de escapar.
Relájate
Si tienes la mala suerte de quedar atrapado en las arenas movedizas, pelear contra ellas solo empeorará la situación. No importa qué hagas, debes moverte despacio. El movimiento lento evitará que perturbe las arenas movedizas, ya que si te mueves rápido, la tierra que estaba firme puede transformarse en una gran área de arenas movedizas.
Lo más importante es que la reacción de las arenas movedizas a la estimulación externa es impredecible. Por eso, todos tus movimientos deben ser lentos, para darte tiempo de notar cómo las arenas se mueven y evitar hundirte más. Ten paciencia. La cantidad de arenas movedizas que te rodean y el tiempo que tardarás en salir de ellas varían, así que concédele tiempo a tu cuerpo para escapar de manera segura.
Escapa de un profundo pozo de arenas movedizas
Relájate
Las arenas movedizas no suelen tener más de unas pocas docenas de centímetros de profundidad, pero si te topas con un pozo profundo, podrías hundirte hasta la cintura o incluso el pecho. Si entras en pánico y empiezas a luchar, solo te hundirás más. Sin embargo, si logras relajar tu cuerpo, la flotabilidad de las arenas movedizas hará que tu cuerpo se eleve lentamente.
Respirar profundo no solo te ayuda a calmarte, sino que también aumenta la flotabilidad de tu cuerpo. Inhala lo más fuerte posible; llenar tus pulmones de aire hará que flotes mejor.
Recuéstate y empieza a "nadar"
Si las arenas movedizas te han cubierto hasta las nalgas o más, acuéstate boca arriba. Mientras más grande sea la superficie de contacto, más difícil será para el cuerpo hundirse. Una vez que logres estar boca arriba y flotar, trata de sacar las piernas con suavidad. Después, usa los brazos para nadar lentamente, como si estuvieras en el agua, empujando tu cuerpo hacia una zona segura. Cuando llegues al borde del pozo, voltea sobre tierra firme.
Usa un bastón para escapar
Si vas a caminar por zonas con arenas movedizas, es buena idea llevar un bastón. En cuanto sientas que tu tobillo se ha atorado en algo, pon el bastón sobre las arenas movedizas y colócalo debajo de tu espalda. Después de uno o dos minutos, el cuerpo se equilibrará y dejará de hundirse. En ese momento, pon el bastón debajo de tus nalgas para evitar que sigan hundiéndose. Luego, trata de sacar una pierna y luego la otra.
Cuando muevas el bastón, asegúrate de mantener la espalda plana contra la superficie de las arenas movedizas y mantén las manos y los pies bien apoyados en la arena. Muévete despacio a lo largo del bastón hacia una zona más segura.
Presta atención al descanso y la adaptación
Escapar de las arenas movedizas es muy agotador, así que usa tu energía sabiamente. Si sientes que ya no puedes más, es importante descansar y adaptarte inmediatamente.
Sin embargo, el movimiento debe ser lento, pero constante, porque si te mueves demasiado rápido, la presión de la arena dificultará el flujo sanguíneo, lo que podría causarte daño en los nervios o entumecimiento en las piernas. Si eso pasa, las posibilidades de escapar se reducen mucho.
A diferencia de lo que muestran las películas, las personas atrapadas en arenas movedizas generalmente no mueren por asfixia por hundirse demasiado, sino por el impacto de las olas o porque quedan atrapadas durante la marea y terminan ahogándose.
Evita las arenas movedizas
Conoce las áreas donde las arenas movedizas son comunes
Las arenas movedizas no son un tipo de suelo especial. Pueden formarse dondequiera que se mezclen aguas subterráneas con sedimentos, haciendo que la superficie se vuelva pegajosa. Saber identificar dónde es más probable que se formen es la mejor manera de evitarlas.
Presta atención si ves "ondulaciones" en el suelo. Cuando camines por zonas peligrosas, fíjate si el terreno muestra señales de inestabilidad o humedad, y si tiene una textura "ondulada". Normalmente, cuando estás cerca de arenas movedizas, se puede ver claramente el agua filtrándose de la arena.
Prueba el suelo frente a ti con tu bastón
Lleva un bastón resistente para que puedas ayudarte si te quedas atrapado en las arenas movedizas, y también para probar el suelo mientras caminas. Con o sin bastón, esta acción podría marcar la diferencia entre una lucha desesperada y una situación segura.
Lleva una cuerda
Si vas con otras personas a zonas donde hay frecuentes arenas movedizas, asegúrate de llevar una cuerda de al menos 6 metros de largo. Así, si alguien queda atrapado en un pozo de arenas movedizas, otra persona podrá usar la cuerda para ayudar a sacarla. Si la persona que está en zona segura no tiene suficiente fuerza, también puede atar la cuerda a un árbol o cualquier objeto fijo, para que la persona atrapada pueda salir por sí sola.
Las arenas movedizas, aunque a menudo exageradas en las películas, representan un peligro real que puede sorprenderte en la naturaleza. Sin embargo, con calma, conocimiento y las acciones correctas, puedes enfrentar este desafío de manera segura. Identificar áreas propensas a formar arenas movedizas, estar preparado con herramientas como un bastón y cuerda, y saber cómo actuar si te quedas atrapado, son claves para evitar que una emergencia se convierta en un desastre.
Recuerda: la clave está en mantener la calma, moverse lentamente y, lo más importante, no entrar en pánico. Si sabes cómo reaccionar, las arenas movedizas no tienen por qué ser un obstáculo en tu aventura al aire libre. Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.