Cuando viajas a regiones de gran altitud o climas fríos, es importante estar bien preparado para enfrentar las condiciones extremas. Ya sea que te aventures a las montañas, zonas costeras o incluso los polos, el frío, la nieve y el hielo pueden convertirse en desafíos peligrosos si no tomas las precauciones necesarias. En Sandiario, te compartimos algunos consejos clave para mantenerte seguro y sobrevivir en ambientes fríos, desde cómo lidiar con las tormentas de nieve hasta cómo proteger tu cuerpo del frío extremo y las avalanchas.
Si viajas a un país o región donde las temperaturas suelen estar bajo cero, como los polos en cualquier momento, o si te diriges a grandes altitudes o zonas costeras del continente en invierno, es fundamental que sepas cómo sobrevivir a una tormenta de nieve. Evita las avalanchas y mantente seguro en la nieve y el hielo. Camina con precaución.
El frío intenso puede dañar el revestimiento de los pulmones, así que cúbrete la boca y la nariz con una bufanda o algo similar. Respira a través de ella para calentar un poco el aire antes de inhalar. También corres el riesgo de sufrir hipotermia o congelación, así que asegúrate de que toda tu ropa y equipo sean de alta calidad y puedan resistir las condiciones extremas.
Nevada
Las fuertes nevadas vienen acompañadas de vientos intensos que forman tormentas de nieve. En casos extremos, los copos de nieve pueden reducir la visibilidad a menos de un metro. Además, pueden provocar ventiscas, que acumulan nieve rápidamente en montículos gigantes que pueden bloquear caminos e incluso cubrir tiendas de campaña o construcciones.
Si te atrapa una tormenta de nieve, lo más recomendable es buscar refugio y esperar a que pase, aunque a veces puede durar varios días. Si estás en una tienda de campaña durante una tormenta de nieve, quita la nieve de la parte superior de vez en cuando para evitar que la aplaste. También asegúrate de que las rejillas de ventilación no queden bloqueadas, ya que ha habido casos en los que personas se han asfixiado en tiendas o cuevas de nieve debido a esto.
Avalancha
Existen dos tipos principales de avalanchas: las de copos de nieve y las de trozos de hielo. Las avalanchas de nieve recién caída pueden arrasar con todo a su paso, incluyendo bosques o pueblos enteros. Las avalanchas de hielo son más comunes en primavera, cuando la nieve comienza a derretirse. Los bordes y la base de una avalancha se mueven más despacio que el centro, pero ambos tipos son extremadamente destructivos y devastarán lo que encuentren en su camino.
Antes de viajar a una región fría, verifica si tu destino es propenso a avalanchas. Si estás en un área de riesgo, es importante que sepas identificar las señales de una avalancha inminente, como nevadas repentinas y abundantes (más de 30 cm) y un aumento brusco de la temperatura.
Hielo
Ten mucho cuidado al caminar sobre cuerpos de agua congelados, ya que el grosor del hielo puede variar desde un metro hasta solo unos pocos centímetros. Si alguien cae en un agujero en el hielo, debe ser rescatado lo más rápido posible y tratado por hipotermia (consulta el artículo sobre los "Efectos del clima frío"). Quienes participen en el rescate deben tener precaución para no convertirse en otra víctima.
Recuerda que la nieve puede ocultar hielo delgado. Si te enfrentas a esto, procede con mucha cautela y prueba el terreno a medida que avances. Usar trineos o raquetas de nieve reduce el riesgo de romper el hielo.
Si encuentras hielo en pendientes pronunciadas y no puedes evitarlo, usa calzado con suelas de púas si están disponibles. Si no tienes, un truco es ponerte un par de calcetines de repuesto sobre las botas, ya que ofrecen más fricción que las suelas normales.
Ya sea que vayas conduciendo o caminando, el hielo es siempre un riesgo. El verdadero peligro no es el hielo que ves, sino el que se esconde bajo la nieve ligera o el aguanieve.
Altitud
Cuanto mayor es la altitud, más frío se vuelve el aire. Esto sucede porque la presión del aire disminuye con la altitud, lo que hace que el aire sea menos denso. En condiciones de buen clima, la temperatura desciende 1°C por cada 100 metros que subes. Cuando está nublado, la temperatura baja aproximadamente 0.5°C por cada 100 metros, ya que el vapor de agua se condensa y libera calor.
Inversión de temperatura
Esto ocurre frecuentemente durante una noche despejada en las montañas. En la cima de la montaña hace mucho frío, lo que enfría el aire que entra en contacto con ella. Este aire frío, al volverse más pesado, desciende lentamente hacia los valles, haciendo que estos se enfríen aún más. Al mismo tiempo, el aire cálido que está debajo fluye hacia las montañas.
Quemaduras solares
Incluso en climas fríos, la exposición prolongada al sol puede causar quemaduras solares, especialmente en áreas con una capa de ozono dañada, como el Círculo Antártico en Sudamérica. Por eso es importante tomar medidas de protección periódicas para cuidar la piel.
Efecto de sensación térmica
Los objetos inanimados, como los termómetros, no se ven afectados por el efecto de la sensación térmica. Así que aunque un termómetro puede medir con precisión la temperatura del aire, el viento y la temperatura combinados pueden tener efectos más severos en el cuerpo humano, causando problemas como hipotermia o congelación.
Usar varias capas de ropa te ayudará a mantener el calor, ya que atrapan el aire caliente entre las capas y también reducen el impacto del viento, evitando que se lleve el calor de tu cuerpo.
Viajar a lugares de clima frío puede ser una experiencia increíble, pero también es crucial estar bien informado y preparado para enfrentar las condiciones extremas. Siguiendo estos consejos de Sandiario, podrás disfrutar de tu aventura de manera segura, protegiendo tu cuerpo y equipo del frío y los elementos. Recuerda siempre verificar el clima y estar atento a los riesgos como tormentas, avalanchas y el efecto de la sensación térmica. ¡Tu seguridad es lo primero para que puedas disfrutar de cada momento al máximo!