Una avalancha es una gran cantidad de nieve que se desliza rápidamente por una pendiente. Es un desastre natural que suele ocurrir en montañas cubiertas de nieve durante todo el año. El motivo de una avalancha es que la nieve que cubre la montaña se encuentra en un estado de equilibrio "peligroso". Si una pequeña fuerza externa la afecta, perderá su equilibrio, lo que provocará que los bloques de nieve se deslicen, generando un efecto dominó que acelera la avalancha, causando que una gran cantidad de nieve se derrumbe de golpe.
Principios para sobrevivir a una avalancha
Si vas a pasar por zonas peligrosas con riesgo de avalancha, es esencial que lleves ropa abrigadora, guantes y protección para la boca y nariz, en caso de que sea necesario, para evitar la hipotermia o inhalar el polvo de nieve demasiado rápido si quedas enterrado. Todo el equipo que lleves debe estar atado, pero sin apretar, para que puedas desecharlo fácilmente si es necesario. Esto no solo evitará que los objetos sean arrastrados y enterrados más profundamente, sino que también dejará marcas en la nieve que podrán ser de ayuda para los rescatistas. La mochila, por ejemplo, debes llevarla en las manos para poder tirarla en cualquier momento si es necesario. Además, quítate el gorro de nieve que pueda bloquear tu visión o audición, ya que es importante detectar señales de una avalancha lo más rápido posible.
Durante el montañismo, si comienzas a notar una avalancha en formación, es una señal clara de peligro. Si caen bolas de nieve pequeñas o grandes de manera frecuente desde zonas de nieve suelta, es probable que la nieve profunda se haya vuelto inestable. Si las caídas son recurrentes, esos rastros en la pendiente indican un riesgo elevado. Lanzar piedras sobre las laderas nevadas es una forma de detectar el peligro de aludes; si una pequeña roca puede generar una pequeña avalancha, la probabilidad de que una avalancha sea provocada por el peso de un cuerpo humano es mucho mayor. Sin embargo, asegúrate de que no haya otras personas en la zona antes de realizar este tipo de pruebas, y ten siempre una cuerda de seguridad atada en un área segura. Recuerda que los peligros pueden variar mucho en diferentes puntos de una misma ladera.
Si te encuentras en medio de una avalancha, no corras hacia abajo de la montaña, ya que la velocidad de la nieve que cae puede llegar a alcanzar los 200 kilómetros por hora. Los humanos no somos rivales para esa fuerza. En lugar de eso, trata de moverte hacia los lados de la ladera para evitar que la avalancha te cubra, o corre hacia un terreno más alto.
Si te atrapa una avalancha y no puedes escapar, lo primero es cerrar la boca y contener la respiración. El impacto del aire que se desplaza es más peligroso que el de la nieve misma, ya que el hielo y la nieve pueden fluir hacia tu garganta y pulmones, lo que podría provocarte asfixia. Cuando la avalancha ocurre, gran parte de la nieve se desplaza pendiente abajo, lo que facilita el escape. Trata de aferrarte a objetos estables como árboles y rocas en la ladera para mantenerte seguro hasta que la nieve y el hielo se despejen.
Si eres arrastrado por la ladera de la montaña, intenta nadar hacia la superficie del ventisquero, ya sea de espaldas o utilizando el estilo "perrito", y nada contra la corriente para escapar hacia el borde del arroyo de nieve.
Si te entierran en un ventisquero, debes actuar rápidamente. Una vez que la nieve se detiene, esta se solidifica en pocos minutos, lo que dificulta el movimiento de tus manos y pies. Esto aumenta el riesgo de asfixia, haciendo aún más difícil escapar. Si el ventisquero es demasiado grande y sólido para atravesarlo, mantén la calma. Evita moverte demasiado, reduce la respiración y ahorra oxígeno. Sostén tu cabeza con ambas manos para crear el mayor espacio posible para respirar. Si logras producir saliva, déjala salir de tu boca y observa hacia dónde fluye. Esto te puede indicar si estás boca abajo, lo que es importante para tratar de salvarte. También elimina cualquier objeto como bolsas, trineos o bastones que puedan obstaculizar tu movimiento. Mantén la boca y la nariz cubiertas para evitar tragar nieve. Conserva tu energía y grita fuerte cuando escuches que alguien se acerca para que puedan localizarte.
Reaccionar en el menor tiempo posible
Si alguna vez te ves atrapado por una avalancha, lo más importante es reaccionar lo más rápido posible. A veces, las avalanchas se desatan justo debajo de tus pies. Si eso sucede, trata de saltar cuesta arriba y cruza el hueco que se forma. Aunque las avalanchas suelen ocurrir muy rápido y puede que no haya tiempo para reaccionar, hay historias de personas que lo lograron.
Corre al lado de la avalancha
Independientemente de si la avalancha viene cuesta arriba o cuesta abajo, debes correr hacia un lado de inmediato. No lo pienses mucho, corre lo más rápido que puedas. Si la avalancha va cuesta arriba, asegúrate de correr hacia un lado antes de que te alcance. La nieve que se encuentra en el centro de la avalancha se desplaza más rápido y es la que contiene más masa de nieve, así que evita estar en esa zona.
Desecha los objetos pesados
Para mantener el peso corporal lo más bajo posible y evitar que te entierren demasiado profundo, deshazte de mochilas, bastones de esquí y otros objetos pesados. Claro, los equipos de rescate, como los receptores de radio, detectores y palas, no deben ser descartados. Estos equipos son esenciales cuando estás enterrado. El personal de búsqueda y rescate podrá determinar tu ubicación aproximada con la ayuda de los objetos que hayas tirado. Por ejemplo, puedes tirar un guante, que es liviano y puede quedarse en la nieve, lo que aumentará las probabilidades de que te encuentren.
Agarrar algo sólido
Si no puedes evitar que te atrape la avalancha, intenta agarrarte a rocas grandes o árboles fuertes. Si la avalancha es pequeña o está lejos, puede que consigas aferrarte a algo hasta que termine. Incluso si eres arrastrado, esto puede frenar el impacto y evitar que te entierren. Si llegas a quedar enterrado, al menos podrá reducir el hundimiento y ganar algo de tiempo.
Nota: Ten en cuenta que las avalanchas grandes pueden arrastrar rocas y árboles grandes, por lo que no siempre podrás confiar en agarrarte a algo.
"Nada" en la nieve y trata de llegar a la superficie
El cuerpo humano es mucho más denso que la nieve, por lo que si eres arrastrado, podrías quedar enterrado muy profundamente. En este caso, intenta nadar con las manos y los pies para no hundirte. Si quedas boca arriba, la posición de espaldas es la más efectiva, ya que es más fácil respirar aire y flotar hacia la superficie. El "nadar" en la nieve te ayudará a mover tu cuerpo y llegar a la superficie más rápido.
Cómo sobrevivir después de ser enterrado por una avalancha
Levanta un brazo por encima de tu cabeza
Después de quedar enterrado, puede ser difícil saber cuál es la dirección correcta, por eso, levantar un brazo por encima de la cabeza te ayudará a saber hacia dónde está arriba. Además, esta postura facilita que los rescatistas te encuentren más rápido, ya que será más fácil identificar tu brazo levantado en la nieve.
Deja espacio para respirar alrededor de la cabeza
Una vez que la avalancha se detenga, la nieve se habrá compactado tanto que será casi como cemento. Si estás enterrado bajo un metro de nieve, te será muy difícil escapar por ti mismo. En ese momento, lo que puedes hacer es intentar alargar el tiempo de respiración tanto como sea posible para evitar la asfixia y esperar ser rescatado. Usa las manos o una pala (si tienes alguna) para crear espacio alrededor de tu boca y nariz. Esto puede ayudarte a respirar durante al menos 30 minutos.
Es importante respirar profundamente y contener la respiración durante unos segundos antes de que la nieve se asiente. Expande el pecho con calma. Si no logras excavar un espacio, será casi imposible expandir el pecho y tomar aire mientras sigues enterrado.
Ahorra aire y energía
Aunque puedas intentar salvarte después de que se detenga la avalancha, primero debes asegurarte de tener suficiente espacio para respirar. Si no estás enterrado profundamente, tal vez puedas liberarte, pero si estás muy hundido, no desperdicies energía luchando. Mantén la calma, ahorra fuerzas y espera el rescate.
Si escuchas voces cerca, intenta pedir ayuda. Pero si no te oyen, no sigas gritando, porque eso solo agotará el aire que tienes.
Esperando el rescate
Si llevas contigo un receptor o detector de avalancha, es muy probable que alguien te localice y venga a ayudarte. Mientras tanto, mantén la calma y espera. El equipo de rescate, con estos dispositivos, podrá encontrar tu ubicación más rápido.
Llevar equipo de salvamento aumenta las posibilidades de supervivencia
Hay varios dispositivos que pueden aumentar las probabilidades de supervivencia. Se recomienda llevar los siguientes:
- Detectores y receptores de avalanchas: El receptor emite una señal que te permite ser ubicado, y el detector puede rastrear esa señal. Si vas a zonas propensas a avalanchas, siempre lleva ambos dispositivos.
- Pala pequeña: Sirve para excavar la nieve y crear espacio para respirar.
- Casco: Muchas personas mueren cuando son golpeadas por la nieve o caen de espaldas.
- Airbags de esquí: Ayudan a mantener a las personas en la superficie de la nieve el mayor tiempo posible, evitando que se hundan demasiado.
Consejos adicionales
- Si estás atrapado bajo la nieve, puedes orinar, ya que los perros de búsqueda y rescate pueden rastrear el olor de la orina para encontrarte más rápido.
- Presta atención a la previsión meteorológica, consulta con los lugareños y evita las zonas propensas a avalanchas.
- Obtén entrenamiento en supervivencia y lleva siempre el equipo adecuado.
- Si te encuentras en una zona remota y no llegas a ser rescatado en poco tiempo, deberás intentar salvarte por ti mismo. Puede ser difícil orientarse bajo la nieve, pero si ves una luz, excava hacia esa dirección. Si ves tu aliento, excava en la dirección donde el gas sube.
Sobrevivir a una avalancha es una cuestión de rapidez, calma y preparación. Aunque las avalanchas son eventos impredecibles y devastadores, conocer los principios básicos de supervivencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Desde reaccionar rápidamente y movernos al lado de la avalancha, hasta utilizar equipos de rescate y saber cómo reaccionar cuando quedamos enterrados, cada paso cuenta. Lo más importante es mantener la calma, ahorrar energía y esperar el rescate con esperanza.
Si planeas aventurarte en zonas donde las avalanchas son una posibilidad, asegúrate de llevar el equipo adecuado, obtener capacitación en supervivencia y consultar con los locales para identificar las zonas de mayor riesgo. En situaciones extremas, tu capacidad para tomar decisiones rápidas y eficaces, junto con el equipo de rescate adecuado, aumentará tus posibilidades de salir con vida.
Recuerda: la preparación es la clave para sobrevivir en condiciones extremas. Mantén siempre la seguridad en mente, y si alguna vez te enfrentas a una avalancha, actúa rápido y sigue los pasos que podrían salvar tu vida. Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.