Viajar y acampar son experiencias maravillosas que te conectan con la naturaleza y te permiten escapar de la rutina diaria. Sin embargo, para disfrutar plenamente de estas aventuras, es crucial estar bien preparado, especialmente cuando se trata de caminar largas distancias con una mochila. En Sandiario, te daremos consejos sobre cómo elegir el calzado y los calcetines adecuados, cómo tratar las ampollas y cómo manejar el peso de tu mochila para asegurar que tu experiencia sea cómoda y placentera.
La mayoría de los viajes implican caminar un poco, incluso si viajas en bicicleta o a caballo. La mayoría de las personas pueden adaptarse a caminar distancias cortas, pero si viajas con la mochila de 16 a 19 kilómetros o más todos los días y no estás completamente preparado con anticipación, tus pies y tu cuerpo se lesionarán después de unos días de caminata.
Preparación
Si no eres un caminante experimentado y estás realizando un viaje más extenuante, la preparación debe incluir algo de entrenamiento para caminar. Primero, comienza con una caminata fácil de 3 a 5 kilómetros todos los días. La ubicación debe ser fácil de caminar cerca de tu casa o lugar de trabajo. Finalmente, ve aumentando gradualmente hasta alcanzar entre 16 y 19 kilómetros, y selecciona la ubicación por senderos locales. Haz esto una o dos veces por semana, con botas y mochila.
Si tienes sobrepeso, no te encuentras bien, estás enfermo o te estás recuperando de una lesión, haz que te evalúen minuciosamente tu salud. Si viajas con mochila, llevarás tu equipo de campamento y de cocina de forma independiente, incluido el agua y la comida. Esto ejerce mucha presión sobre las piernas, los pies y el cuerpo, y hay que asegurarse de que no cause problemas de salud ni molestias graves, ni empeore las lesiones existentes.
Comprar botas nuevas
Cuando vayas a la tienda a comprar botas para caminar, lleva los calcetines que usarás durante el viaje. Pruébate siempre los zapatos antes de comprarlos. Asegúrate de que los dedos de los pies tengan suficiente espacio para moverse, pero no demasiado, de lo contrario el pie se deslizará hacia adelante y hacia atrás, lo que puede provocar fricción o ampollas. Si no estás seguro de qué botas debes comprar, pídele a un asociado de ventas capacitado que te recomiende las mejores botas para el clima al que viajarás.
Primero es necesario adaptar las botas nuevas, de modo que la estructura interna de la bota coincida exactamente con la forma de tu pie antes de poder usarlas para caminatas largas. Esto es especialmente cierto para las botas de cuero. En comparación con las botas de cuero, las botas de tela liviana son más fáciles de calzar, pero antes de usarlas en la naturaleza, primero debes usarlas en casa durante unos días y usarlas durante una hora y media todos los días. Cuando entrenes para fortalecer los pies, comienza con caminatas cortas y aumenta lentamente la distancia.
Cuida bien tus pies
Nunca subestimes la importancia de la comodidad de los pies al caminar. Las molestias o dolores en los pies al caminar pueden ser una auténtica molestia, por lo que cuidarlos bien es imprescindible.
Antes de iniciar una caminata, lávate y sécate los pies y luego frótalos con alcohol medicinal para fortalecerlos. Al aplicar alcohol, las zonas alrededor de los talones y los dedos de los pies son importantes.
Mientras viajas, mantén las uñas de los pies cortas para evitar que los zapatos las compriman. Mantener los pies limpios te hará sentir más cómodo, por lo que se recomienda lavarlos todos los días. Cuando regreses al campamento al final de cada día de viaje, lavarte los pies no sólo es bueno para la higiene, sino que también te hará sentir renovado. Después de lavarte los pies, sécalos completamente y revisa si hay ampollas o puntos doloridos. Si todo está bien, ponte calcetines de algodón y zapatillas o sandalias ligeras antes de caminar por el camping. Si tus pies tienden a sudar, espolvoréalos con talco antimicótico para pies.
Decide qué zapatos y calcetines usar
El criterio más importante para una bota de senderismo es la idoneidad. Las botas que no ajustan bien no sólo son incómodas de usar, sino que también pueden provocar ampollas, que pueden arruinar un buen día. Las botas deben proporcionar un soporte adecuado para los tobillos, especialmente al caminar por la montaña. Recuerda, es posible que el mismo par de zapatos no sirva para todos los viajes. En entornos extremos, como icebergs, nieve, desiertos y selvas, se requieren botas especialmente diseñadas. Con tantos peligros bajo los pies en estos entornos, tus piernas y pies deben recibir protección adicional.
Si hace buen tiempo y las carreteras son buenas, un zapato resistente para caminar será tan bueno como una bota para caminar, o incluso mejor porque no es tan ajustado ni transpirable, lo que puede mejorar la comodidad del pie en climas cálidos.
Tratar ampollas
Algunas personas son más propensas a tener ampollas que otras. Sin embargo, si las botas no se han asentado completamente con tus pies, o los cordones están demasiado apretados, o los calcetines están sucios o arenosos, es más probable que aparezcan ampollas durante la caminata. Es necesario entrenar para caminar con anticipación o usar nuevos zapatos para que te queden bien. Después de cada sesión de entrenamiento, comprueba si tus pies están enrojecidos debido a la fricción del calzado. Si no se controla, se pueden formar ampollas en estas áreas. Aplica yeso en las zonas doloridas antes de ponerte las botas.
Si al caminar hay piedras en tus botas, o si sientes que tus calcetines están arrugados, detente inmediatamente y quítate las botas, tira las piedras o alisa tus calcetines para evitar ampollas causadas por la fricción. Si tus botas siguen provocando dolor al caminar y sospechas que puedes tener ampollas, detente y trátalas lo antes posible para evitar que las ampollas o zonas dolorosas empeoren. Si tu piel comienza a frotarse, puedes ponerle un algodón. Los espaciadores de algodón están hechos de viscosa y algodón y se pueden comprar en muchas farmacias. Actúan como cojín y absorben la fricción de las zonas dolorosas al caminar.
Si tienes una ampolla y tienes que seguir caminando, utiliza un bisturí para abrirla y drenarla. Las ampollas empeorarán después de la infección. Si no tienes un bisturí, no la abras. Elige una pequeña abertura en la ampolla para permitir que el líquido del interior fluya y luego aplica una tirita limpia o un algodón para evitar que entre suciedad en la ampolla. Ponte los zapatos después de cuidarla.
Si al final la ampolla no se rompe, igual hay que envolverla con algo limpio. El propósito de esto es proteger la ampolla, así que deja un agujero en el medio para evitar presión sobre la ampolla y hacer que explote. Se puede aplicar una almohadilla de algodón perforada (con un pequeño agujero en el centro) a la ampolla y luego asegurarla con una tirita. Vuelve a ponerte los calcetines y las botas después de haberlas cuidado.
Después de llegar al campamento, lávate los pies y reemplaza las almohadillas de algodón de las ampollas lo antes posible. A la mañana siguiente, asegúrate de amortiguar las ampollas antes de ponerte los zapatos.
Calcetines
Ya sea que uses dos pares de calcetines o un par de calcetines gruesos, cámbialos por unos limpios todos los días.
Si no tienes suficientes calcetines de repuesto, lávate los calcetines sucios antes de salir. No parches los calcetines que usas al caminar, de lo contrario los parches irregulares rozarán la piel e incluso provocarán ampollas.
Peso de la mochila
¿Qué tan pesada es una mochila cómoda para que la lleve un hombre o una mujer adultos? Esto depende del nivel de condición física de una persona, la cantidad de horas al día que viaja con mochila y el terreno que cubre. El principio general es mantener el peso de la mochila dentro de los 11 kilogramos. Cualquier peso mayor puede convertir una agradable excursión en una caminata de prueba de resistencia. El equipo moderno es más liviano, la comida es limitada y una mochila no debe exceder este peso, especialmente si compartes la carga con otras personas. Si caminas en un clima caluroso, el agua que lleves aumentará el peso de tu mochila. Piensa en otras formas de reducir el peso de tu equipo de campamento para compensar el peso adicional del agua.
Viajar y acampar son actividades que requieren preparación y cuidado, pero con los consejos adecuados de Sandiario, puedes asegurarte de que tu aventura sea un éxito. Elegir el calzado y los calcetines adecuados, saber cómo tratar las ampollas y manejar correctamente el peso de tu mochila son aspectos clave para disfrutar de tu viaje sin contratiempos. Con estos tips, estarás listo para enfrentarte a cualquier sendero y disfrutar de la naturaleza al máximo. ¡Feliz viaje y que tus pasos te lleven a lugares increíbles!