Cuando sales de viaje o a una aventura de camping, una de las claves para disfrutar al máximo es la comida. Saber qué llevar y cómo empacarlo puede hacer una gran diferencia en tu experiencia. Aunque puede parecer complicado planear las comidas al aire libre, en realidad no necesitas sacrificar sabor ni variedad para mantener todo ligero y fácil de transportar. Desde desayunos rápidos hasta cenas completas, hay muchas opciones que puedes preparar sin mucho esfuerzo. Aquí en Sandiario te compartimos algunos consejos y recomendaciones para planear tu menú de camping, para que puedas enfocarte en disfrutar de la naturaleza sin preocupaciones.
Si tienes que llevar toda tu comida en una mochila, bolsa de bicicleta o canoa, tu principal preocupación debe ser el peso más que el tipo de comida. Pero ojo, si te la pasas comiendo solo alimentos liofilizados durante una semana, puede que no estés priorizando bien. Además de las comidas empaquetadas y los alimentos liofilizados, hay muchas opciones más ligeras en los supermercados que no requieren mucho esfuerzo para planear recetas divertidas y deliciosas cada día.
Al escoger los alimentos, considera cuántas ollas y hornillas llevas contigo. También tómate el tiempo de leer las instrucciones de cocción en los empaques. Por ejemplo, algunas sopas están listas en unos minutos, mientras que otras tardan unos 20, lo que significa que vas a gastar más combustible (y necesitarás llevar más contigo).
Desayuno
Si quieres madrugar y arrancar rápido, un panecito con mermelada es la mejor manera de ahorrar tiempo. Si tienes una fogata, hasta puedes hornear pan sobre ella. En el mercado hay una buena variedad de muesli y otros cereales que son perfectos para un desayuno rápido, aunque suelen ir acompañados de leche o yogurt. Si hace frío, caliéntate con un plato de avena instantánea, hecha con agua caliente o leche tibia. Puedes comprar paquetes grandes con varios sobres para elegir entre sabores como canela, manzana, azúcar de maple o azúcar morena.
Si prefieres algo más nutritivo que te dé energía para todo el día, calienta una latita de frijoles o salchichas y cómetelos con pan. Otra opción (aunque más cara) son los platillos preparados en bolsas. Y no te olvides de tomar suficiente agua, ya sea fría o caliente, porque el día puede ser largo y vas a perder líquidos durante el viaje o trabajo.
Almuerzo
Si tienes prisa, tal vez quieras hacer una pausa breve al mediodía y no preparar algo que te tome mucho tiempo, para no afectar tu ritmo. Los almuerzos suelen ser snacks ricos en energía que requieren poca preparación y son fáciles de comer. Frutos secos, fruta, chocolate y barras energéticas son perfectos: te llenan de energía sin ser una carga para el estómago.
Cena
La cena es la comida principal del día y normalmente se prepara después de instalar el campamento al final del viaje o al terminar la jornada. Debería ser una comida completa de tres tiempos.
El primer tiempo puede ser una bolsita de sopa instantánea, calentada con agua. El plato fuerte puede ser una comida instantánea deshidratada o alguna comida empaquetada. Si vas a comer carne, no te olvides de acompañarla con carbohidratos como arroz, papas instantáneas o macarrones. Todos estos son fáciles de cocinar y de transportar.
Para el postre, puedes optar por un pudín rápido o fruta cocida con natilla, que también se puede encontrar deshidratado. Si compras la versión que solo requiere agua caliente, te ahorrarás lavar la olla después de la comida principal.
Cocinar comida deshidratada
- No comas alimentos deshidratados si no les has puesto la cantidad correcta de agua, ya que pueden deshidratarte.
- En latitudes altas, añade un poco más de agua.
- Remoja alimentos secos, como verduras deshidratadas, un rato antes de hervirlos para que se rehidraten mejor.
- Cocina a fuego lento y revuelve constantemente para evitar que se quemen.
- Espera a que el agua hierva antes de echar cereales o pasta.
- Para darle consistencia a la sopa, cuando ya esté casi lista, puedes agregar puré de papa instantáneo, huevos crudos, queso en polvo o leche en polvo.
Snacks para el camino
Por falta de tiempo o por gusto, es posible que prefieras comer algo mientras vas en marcha. Qué tipo de snack llevar depende de tus gustos y del clima. Por ejemplo, si viajas a un lugar caluroso, evita llevar chocolate o cosas que lo contengan porque se derretirán y harán un desastre. Los frutos secos, las nueces, carne seca, galletas saladas y el queso son opciones buenas para comer en movimiento. Trata de no llevar cosas demasiado saladas, porque solo te darán más sed. Además, hay algunas barras energéticas que no a todo mundo le gustan, así que pruébalas antes de llevarlas al viaje.
Si decides comer algo mientras caminas, no olvides recoger tu basura. Guarda los empaques en tu mochila o bolsillo hasta que encuentres un bote de basura.
Embalaje de bolsitas
Aunque comprar alimentos en bolsas individuales puede salir más caro, hay ciertos productos que vale la pena considerar en ese formato, como el café, el azúcar y los sustitutos de crema para café. Las bolsitas ayudan a controlar mejor las porciones, además de ser impermeables, resistentes a la humedad, polvo, arena e insectos. La desventaja es que generan más basura por los empaques.
Otra opción es empacar tú mismo según lo que necesites. Además de las comidas preparadas en bolsas, puedes volver a empacar cereales, pastas, sopas y mezclas para pan en bolsas ziploc ligeras. Estas bolsas de plástico también se pueden reutilizar para almacenar basura. No olvides etiquetar cada bolsa con el nombre del alimento y las instrucciones para cocinarlas.
Bebidas
El té, el café y el cacao en polvo son bebidas fáciles de llevar y ligeras. Añadir azúcar a las bebidas calientes también te puede ayudar a aumentar tu ingesta calórica.
Por supuesto, la bebida más importante es el agua. Si comes principalmente alimentos secos, es crucial que tomes suficiente líquido durante el día, especialmente en climas calurosos o cuando haces mucho esfuerzo físico. También puedes comprar suplementos líquidos en la farmacia y añadirlos a tu agua para reponer los electrolitos y minerales que pierdes al sudar.
Recetas sabrosas
Recoger bayas o frutas silvestres que encuentres en el camino, o llevar contigo algunas frutas deshidratadas, puede transformar un simple pudín en un postre delicioso. Eso sí, asegúrate de conocer bien las frutas antes de recogerlas, para evitar cualquier cosa tóxica, sobre todo cuando estás en un país extranjero. Si encuentras bayas maduras listas para comer, evita las que crecen junto a la carretera, ya que podrían estar cubiertas de contaminantes por los gases de los coches. No importa de dónde las recojas, asegúrate siempre de lavarlas bien antes de comerlas.
Al final del día, comer bien en un viaje de camping es más que solo mantenerte lleno: es parte del placer de la experiencia al aire libre. Con un poco de planificación, puedes preparar comidas ricas, nutritivas y ligeras que te den la energía que necesitas. Ya sea que decidas empacar todo por ti mismo o comprar alimentos empaquetados, lo importante es encontrar lo que mejor se ajuste a tus necesidades y al tipo de aventura que estás por emprender. ¡Ahora solo queda disfrutar de cada bocado mientras exploras lo mejor que la naturaleza tiene para ofrecer!