Irte de aventura suena increíble… hasta que te das cuenta en medio del bosque que tu tienda está rota o que tus botas se desarman. Antes de lanzarte a la naturaleza, es importantísimo revisar todo tu equipo con calma. Aquí te dejamos una guía súper práctica para que no se te pase nada: desde ropa y zapatos hasta la estufa y el sleeping bag. Porque en el monte, no hay tienda de repuestos.
Antes de cualquier salida al campo —ya sea una caminata de un día o una expedición de un mes al extranjero— tienes que revisar con calma todo tu equipo. Si ves que algo está roto o medio dañado, arréglalo o cámbialo de una vez. Créeme, es mil veces más fácil arreglar las cosas en casa que querer hacerlo allá en medio de la nada, donde no hay herramientas ni repuestos. Y si de plano no se puede reparar, todavía estás a tiempo de conseguir algo nuevo.
Ropa y calzado
Asegúrate de que la ropa que llevas sea la adecuada para el clima del lugar y las actividades que piensas hacer. Pero no solo eso: también debe ser cómoda, sobre todo los pantalones y las camisas, porque si te aprietan o te incomodan, te vas a mover con menos soltura.
Antes de salir, checa si necesitas coser algo, especialmente los cierres y los botones. Si viajas en grupo, es buena idea ponerle tu nombre o una marca a tu ropa para no andar batallando después.
También revisa tus botas o zapatos de campo. Si tienen alguna parte dañada, repárala. En las costuras puedes ponerles un poco de sellador para evitar que se desgasten más o se metan piedras o agua.
Si tienen rajaduras pequeñas, puedes pegar tú mismo con adhesivo fuerte. Pero si el daño es mayor, mejor llévalas a que las reparen… o consigue un par nuevo. Checa bien las agujetas y lleva un par extra, por si las dudas.
No te olvides de revisar si la suela se está despegando. Si es así, llévalas al zapatero o ve pensando en un reemplazo. Si tus botas son de piel, dales una buena pulida y engrásalas antes de salir. Si son de tela, rocíales algún spray de silicón para protegerlas.
Para tener tus botas al 100
- Asegúrate de que las agujetas estén bien y no se revienten fácil. Lleva unas de repuesto.
- Fíjate si los ganchos tipo “D” (por donde pasa la agujeta) están chuecos, rotos o llenos de lodo. Eso puede dificultar que te amarres bien.
- Examina las costuras: si alguna está floja, ponle sellador impermeable.

Dispositivos electrónicos
Si tienes aparatos electrónicos que no has usado en un buen rato, sácales las pilas para evitar que se sulfaten. Si ya se te chorrearon las pilas, límpialo con una lija fina hasta que quede bien. Revisa los contactos y límpialos si están corroídos. Si aún así no funcionan, seguramente necesitas reemplazar alguna pieza o cambiar las pilas por unas nuevas.
Un tip: si tu aparato usa varias pilas, pon una al revés cuando no lo estés usando. Así evitas que se prenda por accidente si algo aprieta los botones.
Y no se te olvide llevar suficientes pilas de repuesto, especialmente si llevas cámara, lámpara o computadora. También incluye baterías de litio si las necesitas.
Equipo de campamento
Haz una revisión completa de tu casa de campaña: ¿tiene todas las piezas?, ¿hay suficientes estacas?, ¿las cuerdas están en buen estado?, ¿hay algún agujero? Lleva estacas extra por si pierdes alguna. Revisa también el toldo o lona para ver que esté entero.
Si llevas sleeping bag, checa que esté limpio, sin olores raros y que el cierre funcione bien.
Estufa y utensilios de cocina
Antes de salir, prueba tu estufa para asegurarte de que funcione sin broncas. Lleva suficiente combustible, a menos que estés seguro de que podrás conseguirlo donde vas. Si viajas en avión, recuerda que no te van a dejar llevar combustible, así que desmonta el tanque de la estufa.
Revisa que todo lo de cocina esté limpio: platos, ollas, cucharas… lo que vayas a usar. Lleva detergente, sal, aceite y lo que vayas a necesitar. Y claro, asegúrate de que no haya nada roto.
Mochila y sistema de carga
Tu mochila también necesita una revisión. ¿Está limpia?, ¿los cierres y las correas están bien? Si llevas una mochila grande, checa que las cintas y el cinturón estén firmes y no se te vayan a romper en medio del viaje. Si ves que algo está flojo, cóselo antes de que se empeore.
Un buen truco es aplicar sellador en las costuras para que sea más resistente al agua. Así no se te va a mojar todo si llueve.


Revisar tu equipo antes de salir puede parecer una lata, pero te puede ahorrar muchos dolores de cabeza (y hasta salvarte de pasar frío o hambre). Dedica un rato a checar cada cosa, repara lo que haga falta y asegúrate de llevar repuestos. Una buena aventura empieza con una buena preparación. Así que, ¡haz tu checklist, empaca y lánzate tranquilo!