Si eres de los que aman irse de campamento, sabes lo valioso (y caro) que puede ser tu equipo. No solo es una inversión, también es lo que te mantiene seco, caliente y seguro allá afuera. Por eso, darle un buen mantenimiento no es opcional, ¡es esencial! En Sandiario te voy a explicar, paso a paso y sin complicaciones, cómo cuidar cada parte de tu equipo para que te acompañe en muchas aventuras más.
El equipo de campamento no es nada barato, y además puede marcar la diferencia entre una buena experiencia y un accidente. Por eso, hay que cuidarlo bien para que siempre funcione al cien. Lo ideal es darle mantenimiento justo al volver de tu viaje, ya que todavía tienes frescos en la mente los detalles de lo que se dañó o falló.
Antes de guardar cualquier cosa, repara lo que esté roto (si es que algo se dañó), límpialo bien y asegúrate de que esté completamente seco, ya sea al aire o con un trapo. Así estará listo para la próxima aventura.
Tienda de campaña
Al recoger la tienda después del campamento, checa que todas las piezas estén completas. Si notas que alguna costura se está abriendo, puedes pegarla con sellador especial (lo venden en tiendas de artículos para exteriores). Espera a que se seque bien antes de guardarla.
Si tu tienda tiene mosquitero, también revisa que no tenga agujeros. Si los hay, arréglalos antes de volver a usarla.
Estufa de campamento
Una estufa sin mantenimiento no solo rinde menos, sino que puede ser peligrosa. Nunca pongas cosas sobre ella que puedan dañarla. Si necesitas cambiar alguna pieza, asegúrate de usar repuestos originales y de buena calidad.
Cuando no la estés usando, guarda la estufa y la botella de combustible por separado para mayor seguridad.
Brújula y electrónicos
La brújula debe mantenerse lejos de campos magnéticos, como planchas o bocinas. Si usas una con transportador de ángulos, mantenlo limpio para que siempre puedas leer bien las marcas.
Para los aparatos electrónicos que no vayas a usar en un buen rato, sácales las pilas. Así evitas que se sulfaten o se echen a perder por fugas.
Mochila
Cuando uses tu mochila, evita arrastrarla o cargarla de un solo tirante. Al volver del viaje, lávala bien. Si tiene partes rotas, cóselas antes de guardarla.
Asegúrate de que esté completamente seca antes de guardarla. No uses detergente en polvo, porque puede dañar el recubrimiento impermeable del material. Guárdala en un lugar seco y con buena ventilación.

Saco de dormir
Los sacos de dormir necesitan una lavada cuidadosa y tardan en secarse. Si lo lavas en lavadora, lo mejor es dejarlo secar extendido, porque si lo cuelgas puede deformarse. Si usas forro interior para el saco, también hay que lavarlo siguiendo las instrucciones del fabricante.
Sacos con relleno de plumas o plumón
Lo más recomendable es llevarlos a la tintorería, como harías con un edredón de plumas. Si prefieres lavarlo tú mismo, usa un detergente especial para productos de plumón y sécalo extendido. Mientras se seca, dale golpecitos para que el plumón se esponje y no se apelmace. Ya seco, sacúdelo bien para distribuir el relleno de manera uniforme. Guárdalo en un lugar seco.
Sacos con relleno sintético
Estos se pueden lavar a mano y secar al aire en un lugar ventilado y sin sol directo. También puedes meterlos a la secadora a baja temperatura, pero sin usar suavizantes ni detergentes fuertes. Otra opción es llevarlos a la tintorería.
Sacos con relleno de felpa
Son los más fáciles de lavar. Puedes meterlos directo a la lavadora y además se secan rápido.
Info útil: ¿Qué tanto abriga un saco?
Cualquier número o descripción que diga qué tanto abriga un saco es solo una referencia, porque no hay una norma universal. Algunos fabricantes indican la estación del año para la que es apto; otros, la temperatura mínima. Ojo: algunos se basan en la comodidad y otros en la temperatura límite de supervivencia.
Mantenimiento de botas
- Golpea suavemente ambas botas entre sí para quitar el lodo o tierra.
- Usa una navajita para sacar el lodo que quedó atorado entre las suelas.
- Cepilla con un cepillo de cerdas duras para remover el polvo y la suciedad.
- Revisa las agujetas. Si están gastadas, cámbialas. Lava las botas con agua tibia y un poco de jabón suave.
- Si tus botas son de piel, engrásalas con una franela o directamente con la mano.
- Si son de tela o material sintético, usa un spray de silicona para mantenerlas en buen estado.

Cuidado de los zapatos durante y después del viaje
Durante el viaje:
Cada noche, al quitártelos, sacúdelos entre sí para quitarles el lodo. Saca con un cuchillo el barro entre las suelas. Si los vas a dejar fuera de la tienda, ponles papel periódico adentro para que se sequen más fácil. Eso sí, nunca los pongas junto al fuego ni bajo el sol directo, porque puedes echar a perder el material.
Después del viaje:
Primero límpialos bien, luego lávalos con agua tibia y jabón. Déjalos secar de forma natural. Todos los zapatos necesitan cuidados si quieres que sigan siendo impermeables.
Si son de piel, dales su pulida, encerada y engrasada antes de guardarlos. Si son de tela, aplica un spray de silicona para protegerlos.
Un buen mantenimiento no solo alarga la vida útil de tu equipo, también hace que cada salida sea más segura y cómoda. No esperes a que algo se rompa en medio del monte: dale su manita de gato justo después de cada viaje. Limpia, seca, repara y guarda bien cada cosa. Así, cuando llegue tu próxima escapada, todo estará listo para acompañarte sin sorpresas. Recuerda: cuidar tu equipo es cuidar tu aventura.