El estilo libre, también conocido como crawl, es la forma más rápida y eficiente de nadar. Pero detrás de esa aparente facilidad hay toda una técnica que combina fuerza, ritmo y coordinación. En Sandiario vas a conocer cómo entrenar correctamente el estilo libre: desde la postura del cuerpo y el movimiento de piernas y brazos, hasta cómo respirar sin perder velocidad. Si quieres mejorar tu rendimiento o simplemente nadar con más fluidez, aquí vas a encontrar todo lo que necesitas.
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Características básicas del estilo libre
La gente suele llamar “estilo libre” al crawl, porque es el único estilo que realmente se usa en esta categoría. El inicio de la técnica moderna del estilo libre se remonta a principios del siglo XX, cuando el estadounidense W. W. Westmore desarrolló la coordinación de brazos alternados con un pataleo de seis tiempos.
La ventaja del estilo libre es que el nadador no está limitado por una postura específica; puede avanzar a la máxima velocidad posible usando el crawl. Este estilo es eficiente y equilibrado: el movimiento es rápido y uniforme, el cuerpo enfrenta poca resistencia al agua y se gasta menos energía.
Las principales características técnicas del estilo libre son:
- Mantener la cabeza y los hombros por encima del agua, con el cuerpo en posición horizontal.
- Durante el avance, el cuerpo gira ligeramente de lado a lado sobre su eje longitudinal, mientras los brazos se alternan al remar para impulsar el cuerpo hacia adelante.
- Al entrar las manos al agua, se mueven en forma de S y se coordina la respiración con el movimiento. Cuando los brazos empujan el agua, se aprovecha el pequeño hueco que se forma en la superficie junto a la cabeza para inhalar aire.
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Puntos clave del estilo libre
Postura del cuerpo
El cuerpo debe mantenerse en línea recta, con los músculos de los brazos y glúteos ligeramente tensos. Aunque todo el cuerpo participa en el movimiento, la cabeza debe mantenerse estable, y tanto los brazos como las piernas giran naturalmente alrededor del eje central del cuerpo.
Movimiento de las piernas
El pataleo sirve como apoyo y ayuda a mantener el equilibrio. Las piernas se mueven de forma alternada, estiradas y con los pies juntos. Los dedos apuntan ligeramente hacia adentro y el movimiento parte de las caderas, no de las rodillas. Las piernas deben moverse de forma continua y relajada, acompañando el ritmo de los brazos.
Movimiento de los brazos
El movimiento de brazos es la principal fuerza de propulsión en el estilo libre. Cada ciclo completo tiene cinco fases: entrada al agua, agarre, tracción, salida y recobro aéreo.
- Entrada al agua: Las manos entran al agua entre la línea media del cuerpo y la prolongación del hombro. Los brazos deben estar estirados y relajados al entrar, con las palmas giradas ligeramente hacia adentro. Primero entran las puntas de los dedos, luego los antebrazos y finalmente los brazos.
- Agarre: Ya con los brazos dentro del agua, las palmas se mueven hacia atrás y hacia adentro, con los codos y rodillas ligeramente flexionados. El codo debe quedar más alto que la mano, formando un ángulo de unos 150°. Este movimiento prepara la fase de tracción; si se hace mal, afectará todo el resto del ciclo.
- Tracción: Es la parte más importante del ciclo. Se divide en dos fases: tirar y empujar. Mantén el codo alto y mueve el brazo hacia atrás con fuerza, hasta que esté perpendicular al hombro. Luego pasa a la fase de empuje, extendiendo el brazo hacia atrás con un ángulo de unos 100°. La trayectoria del movimiento forma una S bajo el agua, desde el hombro hasta los costados del muslo.
- Salida del agua: Una vez que termina la tracción, relaja el brazo. El codo sale primero, ligeramente flexionado, seguido del antebrazo y la mano. Mantén los movimientos fluidos y sin tensión excesiva.
- Recobro aéreo: Los brazos regresan al frente por el aire. Las manos deben ir por debajo del nivel del codo y moverse de manera continua para no perder velocidad.
Coordinación y respiración
En el estilo libre, la coordinación entre brazos y respiración es clave. Por lo general, se inhala una vez por cada ciclo completo de brazadas.
Por ejemplo, si respiras del lado izquierdo:
- Exhala por la nariz y la boca cuando el brazo izquierdo entra al agua.
- Cuando el brazo izquierdo pasa por debajo del hombro, exhala con fuerza.
- En el momento en que el brazo sale del agua, gira ligeramente la cabeza hacia la izquierda y toma aire por la boca.
- Antes de que el brazo vuelva a entrar al agua, cierra la boca y contén un poco la respiración hasta el siguiente ciclo.
Consejos finales
A diferencia del pecho (braza), el estilo libre no tiene pausas entre movimientos, así que exige buena coordinación y resistencia. Si al principio sientes que el ritmo es difícil o te falta aire, no te desesperes. Con práctica constante y atención a la técnica, dominar el estilo libre no es tan complicado como parece.
Aprender el estilo libre no se trata solo de moverte rápido, sino de hacerlo con técnica y control. Mantén una buena alineación del cuerpo, coordina brazos y respiración, y deja que tus piernas acompañen el ritmo sin rigidez. Al principio puede parecer complicado, pero con práctica constante y atención a los detalles, nadar estilo libre se vuelve tan natural como respirar. Y cuando lo logres, sentirás esa increíble sensación de deslizarte por el agua sin esfuerzo.
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