El ahogamiento ocurre cuando una persona se sumerge en el agua y las vías respiratorias se bloquean por agua, lodo, maleza, o cuando la laringe o la tráquea sufren un espasmo reflejo que provoca asfixia. Las víctimas de ahogamiento suelen estar inconscientes, han dejado de respirar, tienen latidos cardíacos débiles o nulos, extremidades frías, espuma en las comisuras de la boca y la nariz, estómago distendido y cianosis en todo el cuerpo.
¿Cómo se salva una persona que no sabe nadar?
La mayor amenaza para alguien que no sabe nadar es el pánico en el agua. Lo ideal es que las personas que no saben nadar aprendan a hacerlo. No necesitas ser un experto, pero al menos debes saber cómo superar el miedo al agua. Mientras no aprendas, mejor mantente alejado del agua.
Si una persona que no sabe nadar cae al agua, los principios básicos de supervivencia son: mantener la calma, usar la menor cantidad de energía posible para permanecer en el agua el mayor tiempo posible, y aprovechar cualquier objeto cerca de ti que pueda ayudarte a flotar. Mientras esperas el rescate, sigue estos consejos:
- Supera el miedo. No entres en pánico. No luches por salir a la superficie. Esto solo empeorará la situación. Lo más importante es contener la respiración, relajarte completamente y quitarte cualquier objeto pesado. Como el agua tiene flotabilidad, si tu cuerpo se hunde, eventualmente flotará hacia arriba.
- Flota hacia arriba. Al flotar, mueve los brazos hacia abajo como si fueras un pájaro volando. El movimiento debe ser rápido, mientras que la parte superior del brazo se eleva lentamente. Inclina la cabeza hacia atrás, exponiendo primero la boca y la nariz al aire. Respira profundamente, manteniendo el cuerpo lo más posible sobre el agua mientras esperas el rescate.
- Si estás en agua de 2 a 3 metros de profundidad, cuando toques el fondo, puedes empujar el suelo con los pies para ayudarte a ascender más rápido. Una vez en la superficie, pide ayuda inmediatamente.
- Durante el rescate, no te agarres del rescatador, especialmente de las manos o los pies. Esto puede dificultar el rescate. Relájate y continúa flotando. El rescatador te llevará a un lugar seguro.
Flotación de medusa
Para las personas que no saben nadar y están en peligro de ahogarse, una forma básica y eficaz de salvarse es usar la flotación de medusa.
Primero, respira profundamente, luego hunde la cara hacia abajo en el agua, estira los pies y las manos de manera natural, y forma un ángulo ligero con la superficie del agua. Flota como una medusa. Cuando necesites respirar, empuja el agua con las manos, patea con los pies hacia atrás y usa la fuerza de reacción para levantar la cabeza y tomar aire rápidamente. Después, vuelve a flotar.
Para mantener esta posición durante mucho tiempo, es clave mantener el cuerpo lo más relajado posible. Esto aumenta el contacto entre el agua y tu cuerpo, lo que mejora la flotabilidad. También debes abrir los ojos para no dejar que el miedo te paralice. Cuando tu cabeza esté bajo el agua, exhala lentamente y no contengas la respiración de manera forzada para ahorrar energía.
Las personas que no saben nadar deben dominar primero esta postura para prolongar su tiempo de supervivencia en el agua y estar mejor preparadas para el rescate.
¿Cómo se salva un nadador de ahogarse?
Si estás ahogándote debido a calambres en las pantorrillas, lo primero es mantener la calma y pedir ayuda de inmediato.
- Abraza tu cuerpo, formando una bola, y flota hacia la superficie.
- Respira profundamente, contiene la respiración, sumerge la cara en el agua y tira del pulgar de la pierna con espasmo (calambre), llevándolo hacia adelante y hacia arriba. Hazlo con fuerza hasta que el dolor desaparezca y el calambre ceda de manera natural.
- Para calambres en otras partes del cuerpo, masajea y estira bien la zona afectada, busca flotar y respira profundamente.
- Después de un ataque, la misma zona puede volver a acalambrarse, así que masajea bien el área dolorida y nada lentamente hacia la orilla. Al llegar a tierra, lo ideal es masajear y aplicar calor en la zona afectada.
- Si los músculos de la muñeca se acalambran, puedes mover los dedos hacia arriba y hacia abajo, nadando boca arriba, usando ambos pies para impulsarte.
- Si te enredas en plantas acuáticas, mantén la calma, respira profundamente, aguanta la respiración y usa las manos para liberarte lentamente del enredo. No luches con fuerza, ya que eso solo podría enredarte más.
Rescate a una persona que se está ahogando en la orilla
Si alguien está ahogándose en aguas desconocidas, lo mejor es hacer el rescate desde la orilla.
- Si la persona que se ahoga aún está consciente, puedes arrojarle objetos flotantes como aros salvavidas, tablas de madera, ramas, postes de bambú o cuerdas.
- También puedes conectar varias prendas de vestir y formar una cuerda improvisada.
- El otro extremo de la cuerda o caña de bambú nunca debe estar atado a su cintura ni enrollado en su mano para evitar que la persona te jale al agua.
- El rescatista debe estar río abajo para arrastrar a la persona con la corriente.
- Si no puedes llegar directamente, primero arroja un objeto flotante para que la persona pueda mantener la cabeza fuera del agua, facilitando su respiración. Luego, piensa en otras formas de rescatarla.
Rescate acuático
El rescate en el agua requiere habilidades avanzadas, por lo que lo mejor es que dos o tres personas entren al agua al mismo tiempo, que tengan experiencia nadando, conozcan el entorno y estén entrenadas en rescates acuáticos. Nunca te lances al agua sin prepararte adecuadamente.
Cuando una persona que no sabe nadar se ahoga, el miedo y el instinto de supervivencia la harán aferrarse a quien intenta salvarla, lo que podría poner en peligro a ambas personas. Muchas tragedias han ocurrido por intentar rescatar a alguien sin tener la preparación adecuada.
- Si realmente necesitas entrar al agua para un rescate, hazte un plan primero. Evalúa el entorno del rescate: el tamaño del área acuática, la fuerza de la corriente, la distancia hasta la persona y ten herramientas de rescate listas, como una cuerda o un aro salvavidas.
- Una vez que estés en el agua, trata de mantener la cabeza fuera y enfócate en el objetivo.
- Acércate con cautela a la persona que se está ahogando. Si está luchando desesperadamente, no te apresures. Grita a unos 10 metros para que sepa que estás ahí para rescatarlo, pidiéndole que se calme lo más posible. Puedes darle objetos flotantes, cuerdas o ramas para que los agarre. Si la persona ha perdido el conocimiento, necesitarás hacer un esfuerzo mayor para sacarla del agua.
- Cuando rescates, no te acerques de frente. Si la persona está inconsciente, nada por detrás de ella y agárrala con los brazos alrededor del pecho. Una vez fuera del agua, usa tus manos para sujetar su mandíbula inferior y mantener su boca y nariz fuera del agua. Luego, arrástrala hacia un lugar seguro y nada de vuelta a la orilla.
Escapa y sálvate
Si una persona que se está ahogando te agarra con fuerza mientras intentas rescatarla, puedes usar tus brazos, piernas o incluso zambullirte para liberarte. Si es necesario, puedes recurrir a métodos más drásticos para soltarte, como golpearla en la cabeza.
Si alguien que se está ahogando te agarra de un pie, sumérgete en el agua y empuja su hombro con el otro pie para liberarte.
Si la persona que se está ahogando te agarra de la cabeza y el cuello por el frente, respira profundamente y usa el agua para hundirte. Luego, baja la cabeza y agarra sus brazos desde abajo, cerca de los codos, empujando hacia arriba con fuerza.
Si la persona que se está ahogando te agarra por detrás de la cabeza y el cuello, sumerge la cabeza en el agua, gira la cara hacia un lado para proteger su garganta, y agarra sus codos con ambas manos, empujando hacia arriba.
Tratamiento de primeros auxilios después del rescate
- Determina los signos vitales de la persona y realiza el tratamiento correspondiente según su estado.
- Abre la boca del paciente, saca la lengua, retira cualquier objeto extraño y asegúrate de que las vías respiratorias estén despejadas.
- Método de control del agua con las rodillas: el rescatista se arrodilla sobre una pierna y dobla la otra. Coloca el abdomen de la persona sobre el muslo doblado, de manera que su cabeza y pies caigan. Controla el agua sobre la víctima durante 1 a 2 segundos.
- El tiempo de control del agua no debe ser muy largo, ya que puede afectar el éxito del rescate en caso de paro cardíaco. Además, una compresión excesiva en el abdomen puede provocar reflujo gástrico, lo que puede complicar más la situación.
- Si la persona ha dejado de respirar y su corazón ha dejado de latir, realiza de inmediato reanimación cardiopulmonar (RCP) y lleva a la víctima al hospital lo más rápido posible.
- Mientras se traslada al hospital, mantén el cuerpo de la persona a una temperatura adecuada para favorecer la circulación sanguínea.
- Si la persona está gravemente ahogada, enfría su cabeza para proteger las células cerebrales. Si está consciente, puede beber té caliente y mantenerse en reposo.
El conocimiento sobre cómo prevenir y actuar frente a un ahogamiento puede ser vital en cualquier situación. Ya sea que estés en el agua o seas testigo de un accidente, es importante mantener la calma, saber cómo liberarte o rescatar a alguien y, sobre todo, estar preparado para ofrecer los primeros auxilios adecuados. Recuerda que actuar rápidamente y con seguridad puede salvar vidas, y que nunca es tarde para aprender estos valiosos procedimientos. La seguridad acuática es responsabilidad de todos, y estar preparado es una forma de garantizar que las tragedias sean evitadas. ¡Mantente alerta y preparado para salvar vidas en cualquier momento! Si tienes preguntas o experiencias para compartir con otros amantes de camping, ven a comunidad Facebook Sandiario.